A juicio por tomarse la Justicia por su mano

¿Cuántas veces ha oído o ha dicho, al leer una noticia sobre un suceso terrible: 'Si me lo hacen a mí, cojo al responsable y lo mato, aunque tenga que ir a la cárcel'?

Por la cabeza de Antonio N. M, un vecino de Chiclana, debió de pasar esa misma frase cuando, en julio de 2009, supo que su mujer había denunciado a su propio padre por abusar supuestamente de ella y de su nieta. A diferencia de su pareja, Antonio tuvo mucho menos fe en las administraciones, y -según le acusa la Fiscalía de Cádiz- decidió tomarse la Justicia supuestamente por su mano apuñalando a su ex suegro mientras estaba en un bar.

El anciano no murió, pero quedó gravemente herido, y ahora -casi un año y medio después- Antonio deberá sentarse en el banquillo de un juzgado, acusado de haber cometido un delito de intento de asesinato.

El juicio se celebrará el próximo miércoles 30 de marzo en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz y el fiscal pide para el chiclanero una pena de once años de prisión, además de una orden de prohibición de aproximarse a su suegro a menos de 200 metros durante otros quince.

Aquel 10 de julio de 2009, el día que se produjo el apuñalamiento, la víctima tomaba una copa en un bar de Chiclana, en la calle Román Ruiz. Faltaban cinco minutos para que dieran las diez de la noche cuando Antonio N. M. apareció por el bar. Sabía que su suegro estaría allí como de costumbre y no se equivocaba.

El acusado se dirigió al interior del local fingiendo que estaba hablando por el móvil -según relata el fiscal en su escrito de acusación-, pero cuando pasaba por detrás de su suegro, sacó un cuchillo de gran tamaño (nada menos que 18 centímetros de hoja) que llevaba escondido y se lo clavó en la espalda con saña, «intentando hundirlo más profundamente».

Al cometerse en un lugar tan concurrido como un bar, varias personas fueron testigos de primera mano de aquel intento de asesinato. Algunas de ellas acudieron a socorrer al suegro de Antonio, por lo que éste trató de huir presuntamente del bar -siempre según el fiscal-. En la carrera, el acusado abandonó supuestamente el cuchillo en el suelo, por lo que el arma se convertirá sin duda en una prueba fundamental durante el juicio, junto a las declaraciones de los clientes del local.

En prisión preventiva

El suegro sufrió una herida incisa el hombro izquierdo, que requirió puntos de sutura que le han dejado una cicatriz de unos dos centímetros y medio que, según el fiscal, «ocasiona un perjuicio estético de escasa entidad». Además de la pena de prisión, el Ministerio Público solicitará al tribunal que imponga al acusado una indemnización para la víctima del apuñalamiento de 1.000 euros, para compensar las lesiones que supuestamente le ocasionó.

Antonio se encuentra en prisión preventiva desde el 11 de julio de 2009, cuando fue detenido por la Guardia Civil al día siguiente del supuesto apuñalamiento. Ese año y medio de prisión serían computables en caso de ser condenado a los once que solicita el fiscal. Además, Antonio cuenta con una condena de cuatro meses dictada por el juzgado número 4 de Chiclana por un delito de amenazas, que en todo caso no es computable para achacarle una reincidencia.