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El psiquiatra que trató a Ávila asegura que el daño psicológico es «crónico»

El secuestro del empresario de Sanlúcar queda visto para sentencia; el fiscal añade un delito, pero no cambia la pena solicitada

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Rafael Ávila, el empresario sanluqueño secuestrado durante 16 días en junio de 2008, reconoció la semana pasada que su vida «era una mierda» desde entonces. Pero ayer, la acusación particular que representa a su familia pidió que el psiquiatra que lo atendió diera un punto de vista más profesional. El profesional declaró ayer como testigo en la sexta y última sesión del juicio, y explicó que el daño psicológico que sufrió Ávila es irreparable y de carácter «crónico». Según el psiquiatra, el empresario padece un trastorno por estrés postraumático que le provoca un estado depresivo y una fatiga que el propio Ávila explicó el pasado miércoles: «Trabajo al 20%, no tengo fuerzas».

La jornada de ayer, sin embargo, estuvo centrada en la exposición de los alegatos finales de las acusaciones y las defensas, que se prolongaron hasta primera hora de la tarde.

Tanto el fiscal como el abogado de la familia Ávila sumaron a sus calificaciones un segundo delito por tráfico de droga, por el que se acusa a seis de los ocho procesados de suministrar supuestamente tranquilizantes a Rafael Ávila durante su cautiverio. Ya se incluía un primer delito contra la salud pública, porque supuestamente se pagó a uno de los carceleros con cocaína. Sin embargo, como aclaró el fiscal, los acusados sólo podrán ser condenados por uno u otro delito. No por los dos. De manera que no supone un aumento de las penas solicitadas por el fiscal en un principio: 28 años de prisión para Luis Miguel Rodríguez Pueyo, ideólogo del secuestro; 22 años para Miguel R. S, Luis Antonio R. S, Manuel I. G, José Antonio Giles y Raúl Brey Ábalo; y cinco para los supuestos cómplices, Vanesa y José María H. G.

Los abogados de Brey, Giles y Pueyo admitieron que sus clientes eran culpables del secuestro, pero rechazaron algunos de los delitos que se les imputan, como la asociación ilícita o el hurto de 12.000 euros a Ávila. Además, alegaron que el secuestro duró más de 15 días -con lo cual, la pena es mayor- por cuestión de un par de horas, porque los GEO esperaron a la noche para actuar. El resto de letrados solicitó la absolución de sus defendidos por falta de pruebas. El juicio ha quedado visto para sentencia.