Dos policías patrullan la estación de Fráncfort donde se produjo el ataque. :: REUTERS
MUNDO

Alemania investiga la pista islámica en el ataque de Fráncfort

El joven que mató a dos militares de EE UU en el aeropuerto anunció en Facebook que era un 'yihadista'

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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El atentado cometido en el aeropuerto de Fráncfort por Arid Uka, un joven alemán de 21 años, con raíces familiares en Kosovo, y que le costó la vida a dos pilotos estadounidenses, confrontó al Gobierno germano con la pesadilla del terrorismo internacional. La Fiscalía General sugirió ayer que el ataque había sido una acción con trasfondo islámico, pero las autoridades aún desconocen si el autor de los disparos actuó en solitario o era miembro de una célula fundamentalista.

«Debido a las circunstancias de los hechos existe la sospecha de que el atentado fue una acción con motivaciones islamistas», señaló la Fiscalía en un comunicado. La prensa recogió varios indicios que apuntan a que Arid Uka se había convertido en un peligroso insurgente dispuesto a matar. Testigos del atentado aseguraron además que el joven, antes de comenzar a disparar, gritó «Alahu Ajbar» (Alá es el más grande).

Uka, que trabajaba en la oficina de Correos del aeropuerto de Fráncfort, tenía un perfil en Facebook a través del que anunció que era un militante de la 'yihad' y declaró la guerra a los infieles: «Alemania, bajo la dirección de la 'no creyente Merkel', se ha colocado del lado de los judíos y eso es una declaración de guerra». «Mi arma está preparada», escribió.

Acceso al autobús

Un día después del atentado que le costó la vida a dos pilotos norteamericanos y dejó gravemente herido a otros dos soldados, los medios de comunicación germanos ofrecieron ayer detalles del ataque, que tiene ahora en estado de alerta a las autoridades de Berlín y Washington. Los militares habían viajado desde Inglaterra a Fráncfort, donde les esperaba el autobús en la terminal 2.

Según el Ministro del Interior del estado federado de Hesse, Boris Rhein, el joven se dirigió al autobús estacionado e inició una conversación para determinar si los pasajeros eran soldados estadounidenses. Cuando llegaron los pilotos al vehículo, el joven sacó una pistola y comenzó a disparar. Pero después de efectuar nueve tiros el arma se atascó. Uka lanzó al suelo el revólver e intentó huir, pero fue detenido por personal de seguridad.