Economia

Las empresas alertan de que habrá que pagar más por la energía

El presidente de Iberdrola recuerda que no repercutir sus costes en el recibo de la luz llevó al derroche a los consumidores

MADRID. Actualizado: Guardar
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La energía más barata es la que no se consume y pagar los costes reales de la electricidad o los carburantes es la mejor manera de incentivar el ahorro. En plena escalada del precio del crudo por la rebelión en Libia, y mientras el Gobierno ultima los detalles del plan de economías que aprobará hoy el Consejo de Ministros, los principales agentes del sector tomaron la palabra.

En una sesión monográfica organizada por el Club de la Energía, Ignacio Sánchez Galán, presidente del grupo eléctrico Iberdrola, denunció que la política de no cobrar esos costes en el momento en que se producían condujo a los usuarios al derroche. Abogó por mentalizar a los consumidores de que «la energía es un bien cada vez más escaso y más caro», anticipó que sus precios van a ir en aumento y demandó, una vez más, «un nuevo marco normativo estable y predecible».

La jornada estuvo marcada por las medidas del plan que prepara el Ejecutivo, pero también abundó en propuestas de medio plazo y largo plazo. En su análisis sobre la estrategia energética 2010-2035, Galán afirmó que España no se puede permitir el lujo de prescindir de ninguna de las fuentes de generación más limpias.

Enfoque acertado

Galán consideró acertado el nuevo enfoque que desde el Gobierno se empieza a dar a la prolongación de la vida útil de las nucleares y evocó como prueba de ello la enmienda que acaba de aprobar el Parlamento. Si se optara por construir nuevos grupos, habría que tomar la decisión cuanto antes, dado el periodo que requieren estas inversiones, dijo, tras reconocer que el entorno actual resulta complicado para abordar este tipo de proyectos. El presidente de Iberdrola matizó que también hay que prestar atención a los costes en que incurren las diferentes tecnologías.

Para Eduardo Montes, recién estrenado responsable de Unesa -asociación que agrupa a las empresas eléctricas-, las propuestas de ahorro energético que estudia el Gobierno son, a la luz de los escasos datos conocidos, «muy coyunturales». Argumentó que una reducción del gasto que no afecte a la actividad ni a la calidad de vida se puede conseguir mediante la colaboración de todo tipo de agentes, desde los consumidores a los suministradores. Para el ahorro sería clave -mencionó- incrementar la eficiencia de las redes. En el transporte se piede un porcentaje elevado de energía.

Luces largas

También el secretario general de UGT, Cándido Méndez, aconsejó poner «luces largas» sobre el problema, sin dejarse influir por los sucesos de un determinado momento. Evocó que en el Acuerdo Social y Económico, firmado el 2 de febrero, hay un apartado de política energética que no se llegó a concretar, y abogó por una estrategia de medio y largo plazo frente a las actuales iniciativas, adoptadas, a su entender, «de manera dispersa».

Otros agentes han puesto el foco en esas medidas concretas que ya ha anunciado el Ejecutivo. Álvaro Mazarrasa, director general de la Asociación Española de Operadores Petrolíferos, encuentra que las empresas tendrán serias dificultades para elevar hasta el 7% la proporción de biodiesel en los carburantes. Dijo estar a la espera de conocer los cambios de regulación con detalle, pero apuntó que ya ha habido que superar problemas con las especificaciones actuales, sobre todo con los vehículos más antiguos. Los de nueva fabricación apenas se adaptan a los actuales requerimientos.

Mazarrasa admitió, sin embargo, que otras propuestas del Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero van en línea con las recomendaciones de ahorro del sector petrolero. Diversos estudios han estimado que las buenas prácticas de conducción, como el uso adecuado de los cambios de marcha y la frenada, de igual modo que la la revisión del motor y del estado de los neumáticos, pueden llevar a reducciones del gasto en combustible de hasta un 15%.