El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ayer, durante la presentación de resultados en la sede de la entidad. :: REUTERS
Economia

Botín aplaude la reestructuración de las cajas y la entrada de capital privado

Anticipa que algunas entidades 'residuales' pueden desaparecer y no descarta invertir en alguna de las más rentables

MADRID. Actualizado: Guardar
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El presidente del Banco Santander aplaude sin reservas la nueva etapa de reestructuración del sector financiero, en la que el Gobierno y el supervisor han sometido a fuerte presión a las cajas de ahorro al imponerles mayores exigencias de capital con el recurso directo de fondos privados si no quieren verse abocadas a una nacionalización temporal. Emilio Botín apuntó, en la presentación de los resultados anuales del grupo, que algunas cajas 'residuales' podrían desaparecer, mientras que una mayoría seguirán presentando una dura competencia. Celebró que el proceso emprendido pueda abrir la puerta a la entrada de otros bancos extranjeros y no descartó que el Santander pueda invertir en una de las cajas de ahorros que saldrán a Bolsa.

«Nosotros anunciamos las cosas cuando las hacemos», se escudó, con el propósito de ocultar sus planes. Pero las intenciones quedaron al descubierto, porque previamente había reconocido que los requerimientos de capitalización de las entidades de ahorro «van a presentar grandes oportunidades a inversores nacionales y extranjeros», y el grupo Santander nunca deja de lado las ocasiones. «Estamos satisfechos de la regulación futura, las cajas de ahorros son importantes competidores, con redes de oficinas cuyo gran valor se va a ver reconocido con la salida a Bolsa», argumentó.

Pero Botín echó un jarro de agua fría a las quejas del presidente de Caja Madrid y del Banco Financiero y de Ahorros, Rodrigo Rato, que se quejó del endurecimiento de las exigencias de capital que se van a imponer a las cajas, superiores a las de los bancos. «El criterio de a más riesgo, más capital, debe acabar por imponerse», insistió.

El presidente del Santander no dejó resquicio a la duda en su apoyo a la trayectoria reformista del Ejecutivo. Además de considerar «muy positivo» el plan anunciado para las cajas de ahorros y de celebrar el proyecto de reforma del sistema de pensiones y la dirección emprendida en los cambios de la negociación colectiva, manifestó que la marcha y el propósito de todas estas transformaciones son los adecuados. «Soy muy optimista con la marcha de las cosas», declaró.

El grupo Santander ganó 8.181 millones en el ejercicio 2010, un 8,5% menos que en el anterior, porque, según explicó el vicepresidente primero y consejero delegado, Alfredo Sáenz, las exigencias de mayores provisiones impuestas por el Banco de España el pasado verano tuvieron un impacto de 472 millones, reflejado en el tercer trimestre y en el conjunto del año.

Pese a la crisis económica, la red del banco en España logró contener el avance de la morosidad hasta una tasa del 4,24% -frente al 3,41% de un año antes- si bien la cobertura retrocedió hasta el 58%. La entidad apunta que el 'pico' de los deudores morosos podría producirse en los últimos meses de 2011. Pero España ya tiene cada vez menor peso en el resultado del banco global, del orden del 15%, y el Santander se beneficia de su condición de «banco más diversificado del mundo». La menor aportación de España a la cuenta de resultados se vio compensada con los 2.836 millones de euros de Brasil, un 25% del total. La aportación del Reino Unido al beneficio ya representa un 18% del total del grupo.

Al igual que otros bancos y cajas, el grupo Santander desnudó su crédito promotor e hipotecario. El Santander desveló que los riesgos vinculados al sector inmobiliario ascienden a 27.334 millones de euros, «de los que unos 18.000 millones están en buena situación y no preocupan», según manifestó Botín. Los 9.568 millones restantes -morosos y subestandar, es decir, que podrían incurrir en impago- tienen coberturas del 28%.

Emilio Botín se cerró en banda a comentar la situación del vicepresidente y consejero delegado, Alfredo Sáenz, que, según la filtración de un fallo del Supremo, podría ser condenado a inhabilitación para el ejercicio del cargo por los delitos de estafa procesal y denuncia falsa. «No hay sentencia, no hay nada, no hay riesgo de reputación y nada que opinar, por tanto», declaró. Igualmente expeditivo se mostró ante las preguntas sobre su posible relevo en la presidencia del gigante bancario. «Mi jubilación no se plantea en absoluto», zanjó.