Sociedad

«De la Iglesia ha abierto una crisis innecesaria y muy dañina»

«No considero que sea el papel del presidente de la Academia mediar en una ley ni participar en su redacción», afirma la vicepresidenta Bollaín

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Lejos de calmarse, las turbulencias desatadas por la 'resurrección' de la Ley Sinde arrecian y encizañan el mundo del cine. El ojo del huracán permanece sobre la Academia de Cine, cuya vicepresidenta primera, Icíar Bollaín, cargó contra su todavía presidente, el dimisionario Álex de la Iglesia. Lo acusa Bollaín de provocar «una crisis innecesaria y muy dañina» para el cine español al anunciar su decisión de dejar su cargo en desacuerdo con el nuevo texto de la ley 'antidescargas' pactada en el Senado por PSOE, PP e IU. Dice que no ha respetado la democracia que rige la institución a lo que ha representado como debe y advierte además Bollaín que no está dispuesta a tomar el relevo de su colega cuando a finales de abril se haga efectiva la marcha del cineasta.

Menos de 24 horas después de la reunión de urgencia de la junta directiva de la academia que logró aplazar la salida de Álex de Iglesia de la institución hasta que se convoquen elecciones en abril, su segunda de a bordo y presumible sucesora le pasó factura por su drástica toma de postura y sus decisiones de la última semana. «No considero que sea el papel del presidente de la academia mediar en una ley ni participar en su redacción» recriminó la cineasta a su compañero. «Álex de la Iglesia en las últimas semanas ha estado representándose a sí mismo y no al colectivo que le votó» aseguró la directora de 'También la lluvia' en un duro comunicado que hizo público ayer.

Tras calentar el de por si cargado ambiente con sus críticas a su colega, la número dos de la academia confirma que no está dispuesta a subir un escalón cuando la marcha de Álex de la Iglesia sea un hecho. Así se lo había hecho saber a sus compañeros en la reunión celebrada el jueves en la sede de la academia, una junta extraordinaria que no fue excesivamente tensa, según algunos de sus participantes.

Tras la reunión del jueves Bollaín afirmó, con todo, que los académicos habían tenido que dar un «tirón de orejas» a un Álex de la Iglesia «que no ha respetado el sistema democrático que rige la academia, ni a su junta, ni a los distintos equipos que están trabajando en ella». «Desde el principio me pareció que si quería dimitir, debía hacerlo y marcharse en ese momento» dijo Bollaín, que, a pesar de todo, el jueves respaldó el consenso de la junta para lograr que la dimisión del director de 'La Comunidad' se aplazara tres meses.

«He tratado en todo momento de mantenerme al margen de la polémica y que mi postura y opiniones no crearan más conflicto» dijo Bollaín, que tiene su cabeza puesta en el rodaje de su próxima película que llevará a cabo en Nepal. Anticipó la vicepresidenta que propondría en su lugar a Emilio Pina, actual vicepresidente segundo de la institución, para que cubra la vacante de De la Iglesia y confirmó que no se presentará. «Estoy deseando que la academia vuelva a la normalidad y un nuevo equipo presidencial asuma los cargos» propuso.

De la Iglesia anunció el pasado martes a través de un artículo que dejaría su cargo al frente de la Academia por su desacuerdo con la 'Ley Sinde', un anuncio que conmocionó al mundo de la cultura, fracturado desde entonces entre quienes respaldan al cineasta y quienes critican sus cambios de postura.

Así las cosas, parece que la tensión no dejará de crecer y que lo que debería ser una fiesta histórica del cine español el próximo 13 de febrero, la gala celebratoria del primer cuarto de siglo de los premios Goya, estará atravesada por la polémica generada por la 'Ley Sinde'.