Sociedad

Cultura insta al Ayuntamiento a proteger la Casa del Obispo

Un informe de la Junta recoge que si el propietario no arregla los desperfectos ni elimina las basuras, se taparán los restos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Tras varios días de espera, ya hay un capítulo más que añadir a la disputa entre el Ayuntamiento de Cádiz y Monumentos Alavista, la empresa concesionaria de la Casa del Obispo. Ayer LA VOZ accedía a las conclusiones del esperado informe de la delegación provincial de Cultura sobre el estado del yacimiento. En éste, la Junta insta al Consistorio a proteger los restos arqueológicos para evitar que estos tengan que cubrirse para su conservación.

Así, el texto reitera la «necesidad de que el propietario del yacimiento ejecute las cautelas de protección y conservación, además de consolidar todas las estructuras deterioradas, así como la limpieza general del mismo, eliminando todas las basuras y aguas estancadas».

El informe avisa de que «si no se lleva a cabo la puesta en valor inmediata de los restos arqueológicos, una vez efectuadas las dos actuaciones anteriores, se procederá a la cubrición de las estructuras mediante geotextil sobre el cual se extenderá una capa de árido final hasta alcanzar la cota actual de la calle».

En resumen, si el Ayuntamiento y Monumentos Alavista no resuelven finalmente su enfrentamiento -que se inició hace más de un año, a raíz de las obras del mirador Entrecatedrales-, la fatídica consecuencia será que los restos arqueológicos de origen fenicio y romano terminen siendo tapados. Una pena para los ciudadanos y los visitantes, que ya no podrán disfrutar de los vestigios de dos de las civilizaciones más antiguas que poblaron esta zona. Reliquias como la tumba fenicia o las cisternas romanas quedarán sepultadas no se sabe hasta cuándo.

A este respecto, el gerente de Monumentos Alavista, Germán Garbarino, apunta que «ahora ya no sólo soy yo el que insta al Ayuntamiento a arreglar los desperfectos, sino Cultura». El problema, según él, es que si la Junta de Andalucía no da un plazo, «ellos pueden decir que lo harán y que empiece a pasar el tiempo...». Habrá que ver cómo se resuelve la disputa y si se evita un triste final, una decisión que perjudicaría gravemente a la imagen turística de la ciudad, que siempre ha hecho gala de su origen trimilenario.