Inician el desembalse de Bornos ante las previsiones de lluvia para Nochebuena

¡Agua va! La Agencia Andaluza del Agua decidió abrir ayer las compuertas del embalse de Bornos, después de las lluvias de los últimos días. A pesar de que el pantano no se encontraba al cien por cien de su capacidad, ya que según ha podido saber este medio se encontraba al 83%, pero esta medida preventiva se ha tomado para tratar de evitar que se repitan, al menos de momento y mientras se pueda controlar, las crecidas del río Guadalete que tantos problemas ocasionaron el pasado año a su paso por Jerez.

Como han confirmado desde la Agencia del Agua, el determinante para la toma de la decisión se ha encontrado en la predicción de realizó ayer la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la provincia. Una nueva amenaza de lluvia encendía las alarmas. La borrasca, que actualmente afecta a la provincia, tiende a abandonarla hoy pero se espera que, en la madrugada del viernes al sábado -en plena Nochebuena- las precipitaciones vuelvan a hacer acto de presencia.

La principal preocupación ayer era que el desembalse no coincidiera con el crecimiento del caudal de los arroyos que van a parar al Guadalete -para evitar nuevas crecidas- y que ocasionaron, durante el día de ayer, inundaciones en La Greduela. Por ello se acordó abrir las compuertas a eso de las 7.00 horas, momento en el que se espera que la lluvia haya dado una tregua y que el nivel del Guadalete sea menor que el que ayer llevaba.

El embalse bornense ayer lanzó unos 50 litros por metro cuadrado por segundo a la cola del embalse de Arcos, que es una presa de regulación que también tuvo que abrir sus compuertas, ya que se encuentra al 94%. Las precipitaciones que se produjeron en la parte alta de la Sierra han provocado que el pantano de Zahara se encuentre prácticamente al 100%, por lo que Bornos es ahora el embalse que recibe toda el agua que viene de toda la zona de la Sierra de Grazalema. Aunque mantienen la tranquilidad muchos son los gaditanos que pasarán mañana la Nochebuena más pendientes del agua que caerá del cielo que de la llegada de Papá Noel.