El psiquiatra infantil Peter Adriaennsens, a la derecha, ha presidido la comisión de investigación. Junto a él, el arzobispo de Bélgica. :: AP
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La Iglesia belga admite 13 suicidios de menores que sufrieron abusos

El informe sobre los casos de pederastia cometidos entre los años 50 y 80 señala que los delitos ya han prescrito

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Escalofriante: 13 suicidios consumados, 6 más en grado de tentativa, secuelas sicológicas muy graves y matrimonios rotos al conocer uno de los cónyuges el pasado oculto de su pareja. Éste es el abrumador balance que arroja la investigación sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia belga, cometidos entre los años 50 y 80 del pasado siglo. La comisión que investiga los casos de pederastia por parte de religiosos dio ayer un giro espectacular, al hacer públicos los expedientes anónimos de 124 casos sometidos a su consideración, de entre un total de 475 registrados.

La documentación, expurgada de referencias personales por voluntad expresa de las víctimas, fue desvelada por el psiquiatra infantil Peter Adriaennsens, presidente de la comisión constituida en 2001 por la Iglesia de acuerdo con la Justicia belga, para acoger y estudiar los casos denunciados. Los testimonios recogidos revelan las argucias utilizadas por los delincuentes eclesiásticos para convencer a sus víctimas y la desatención que sufrieron por parte de la jerarquía eclesial.

Según el documento, denominado 'Dossier Dutroux', de las 475 denuncias de pederastia recogidas, dos tercios corresponden a hombres. En las mujeres, los riesgos de agresión sexual se acrecentaron con la edad, mientras que con los varones sucedió a la inversa. Las víctimas tienen ahora edades medias de entre 50 y 60 años. En la mayoría de los casos plenamente documentados, los abusos se produjeron cuando tenían entre doce y quince años, aunque hay casos de niños de menos edad e, incluso, de pequeños de siete, seis, cuatro y hasta un bebe de dos años.

Por lo que a los autores respecta, las investigaciones realizadas por la comisión Adriaennsens señala que muchos ya han fallecido. De ellos, 102 pertenecían a una orden religiosa, aunque el informe no identifica a ninguna en concreto . No obstante, el documento afirma que «se puede decir que ninguna congregación escapa al abuso sexual de menores por uno o varios de sus miembros». El censo total de las implicadas asciende a 29.

El informe da cuenta del disgusto de las víctimas por la prescripción de este género de delitos, y muestra extrañeza por la tardía pretensión de la Justicia de hacerse con estos expedientes, que habían sido revelados por los interesados a la comisión bajo confidencialidad. «Es chocante que se estime que la Justicia deba estar en posesión de todos estos dossiers cuando han pasado tantos años después de la prescripción (de estos delitos) y nada hay que venga en ayuda de las víctimas, salvo el reconocimiento por la Iglesia (de los hechos) y las medidas que se adopten con respecto a sus autores».

El documento manifiesta también que «el fenómeno de los abusos sexuales no es específico de la Iglesia católica. Aparece también en otras confesiones. En Europa del norte, denuncias similares han sido formuladas contra Testigos de Jehová, judíos, grupos protestantes e internados musulmanes .».

La comisión Adriaenssens dimitió el pasado junio, después de que la Policía irrumpiera en sus locales bajo mandato judicial y se apropiara de la documentación disponible sobre la investigación de la pederastia en la Iglesia. La máxima instancia judicial de Bélgica invalidó anteayer aquellas pesquisas por desproporcionadas, al igual que las realizadas por aquellas fechas en templos católicos y en el domicilio del cardenal Danneels, primado de la Iglesia belga durante 31 años. La profanación de tumbas de obispos en la archidiócesis de Malinas, en busca de información, fue protestada por el mismo Papa.

Viaje del Papa

A la vez que en Bélgica se conocían detalles de los casos de pederastia en este país, el portavoz del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, no descartaba que, como en otros viajes, el papa Benedicto XVI pueda reunirse con las víctimas de curas pederastas en su viaje al Reino Unido, previsto del 16 al 19 de septiembre.

«No la puedo excluir, pero tampoco puedo anunciarla», afirmó Lombardi, que quiso matizar como en los pasados viajes, Benedicto XVI se reunió con las víctimas sin que ello se hubiese comunicado con antelación. «No se anunciaron, porque se desarrollaron de forma discreta».