Sociedad

Cine y moda, siempre de la mano

Los cazadores de tendencias intentan que los actores más famosos promocionen sus propuestas más atrevidas

MADRID. Actualizado: Guardar
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El cine y la moda mantienen desde hace décadas una idílica relación. Se quieren, se admiran y se necesitan para promocionarse. «La relación entre los dos mundos siempre ha tenido un final feliz. Desde la alfombra roja de los Oscar hasta los actores y los directores que desarrollan colecciones de moda», explica Rafael Casanova. Este periodista de moda y bloguero destacó que uno de los casos más claros es el de Sofía Coppola para Louis Vuitton.

Esta apasionada relación se complica por los ritmos de cada uno de los miembros de la pareja. «La moda es una industria cada vez más fugaz y la caducidad de las prendas y tendencias es cada vez mayor. Con las firmas de 'pronto moda' parece casi imposible mantener una tendencia durante un tiempo demasiado largo. La gente se aburre pronto y quiere consumir cosas nuevas enseguida», apuntó.

En cambio, la industria del cine va mucho más lenta. Por ejemplo, la película 'Sexo en Nueva York 2', paradigma de los amantes 'fashion', muestra modelos superados por la industria textil. Sarah Jessica Parker lleva vestidos de la casa Halston Heritage que fueron diseñados mucho antes del comienzo del rodaje pero que no se pusieron a la venta hasta que el filme se estrenó en las pantallas de medio mundo. A pesar de sorprender, el diseño ya estaba superado por los nuevos productos.

Dos años

La industria cinematográfica y la alta costura, en cambio, coinciden en los tiempos. Casi dos años se tardan en confeccionar una película o una colección. El estilo ochentero empezó a surgir a comienzos de 2007. Los creadores analizaron el mercado y vieron la posibilidad de recuperar las hombreras. Después vienen las encuestas, la recepción de la gente, la compra de tejidos, el patronaje. Y dos años después de que la idea surgiera, sale a sociedad, donde entran las estrellas de cine.

La industria audiovisual consume mucha moda porque todos los actores (y sobre todo las actrices) necesitan estar radiantes. Y, a su vez, las grandes firmas tienen que estar donde los fotógrafos plasmen sus últimos modelos. «Las 'celebrities' deben construir su imagen», apunta Casanova.