ESPAÑA

Zapatero se muestra inflexible

Méndez y Toxo consideran que el jefe del Ejecutivo se ha rendido a los mercados tras reunirse con él Los dirigentes de UGT y CC OO expresan su decepción por el viraje de la política social

MADRID. Actualizado: Guardar
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El ajuste de Rodríguez Zapatero se mantendrá inalterable. Ésta es la convicción a la que llegaron los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, después de entrevistarse con el jefe del Ejecutivo durante dos horas en La Moncloa. La decepción fue tan grande, que el líder de Comisiones calificó «los recortes sociales» como una pérdida irreparable para la democracia. Acusó al jefe del Ejecutivo de «elegir la peor de las vías» para resolver la situación y lamentó que se haya puesto a la plena disposición de «los mercados financieros».

Toxo y Méndez hablaron de movilizaciones a la salida de la entrevista, pero sobre la huelga general echaron balones fuera y subrayaron que su convocatoria corresponde a los órganos de dirección de CC OO y UGT, que se reunirán próximamente. «Queremos mantener una posición firme, responsable y definir con mucha claridad la defensa de los trabajadores», explicó Méndez. Toxo pidió comprensión porque no es «el presidente de una sociedad unipersonal» para organizar protestas contundentes. «No descartamos ningún escenario, pero lo que hagamos deber ser consensuado», remarcó.

Ambos aparecieron ante los medios de comunicación visiblemente cansados. Desde que Zapatero expuso en el Parlamento su proyecto, no han cesado de intervenir en distintos foros.

'Sindicato hermano'

Méndez aclaró que no estaba afectado «desde el punto de vista emocional». Al fin y al cabo dirige el 'sindicato hermano' y el jefe del Ejecutivo es el secretario general de su partido, el PSOE. «El sentimiento personal no vale. Valen las políticas adoptadas y las respuestas», apuntó. Rehusó hablar de engaño por parte de Zapatero y se limitó a señalar que lo ocurrido es «un cambio en el escenario de las relaciones como consecuencia de la ruptura de un acuerdo (condiciones laborales de los empleados públicos) y una quiebra en el discurso político».

La principal misión que llevaban a Moncloa, junto con la de procurar la retirada de las medidas, era convencer a Zapatero de que otro camino es posible para la reducción del déficit público. Le plantearon la recuperación de figuras fiscales que han desaparecido con la lógica pérdida de ingresos para el Estado; subidas selectivas del IRPF, «cargando más en las rentas más elevadas»; incremento del IVA en los artículos de lujo; un plan serio y contundente de lucha contra el fraude; y afloramiento de la economía sumergida que mantiene a los trabajadores en precario. Pero el presidente hizo oídos sordos a sus propuestas, según aseguraron. Toxo comentó que la situación es «demoledora».

«Con los sacrificios planteados no se va a resolver el principal problema socioeconómico del país, que es el paro», insistió Méndez. Además, «no sabemos si será suficiente» y el recorte satisfará a los mercados financieros. «Hemos empezado un camino que no sabemos cuándo y cómo se acaba. Esto es bastante serio y grave», reiteró. No obstante, ninguno de los dos vio atisbos de que el presidente prepare otro paquete de reformas. «No nos consta otra medida en el terreno de los ingresos», contestaron. El responsable de CC OO destacó que algunas de las medidas son peores de lo que parecen. Por ejemplo, el ajuste en pensiones abarca también la aplicación de golpe del «periodo de carencia», situado en 15 años efectivos de cotización, mínimo necesario para acceder a una pensión contributiva. En la reforma consensuada de 2006, la implantación del periodo se desarrollaba progresivamente. Esta medida se une a la restricción del acceso a la jubilación parcial. Las dos iniciativas suponen un ahorro de 500 millones de euros.

Toxo y Méndez reconocieron que los procesos de negociación pendientes -reforma laboral y modificación del sistema público de pensiones- están tocados. Ellos intentarán continuar como si no hubiera pasado nada, pero sobre las mesas respectivas planea la desconfianza. «Hoy no estamos en las proximidades de un 'decretazo' en materia de reforma laboral», o lo que es lo mismo, los sindicatos no contemplan cambios impuestos.