El Parlamento aprueba hoy el plan de choque

La violencia se desencadenó ayer en Atenas enfrente del Parlamento al grito de «¡Ladrones, ladrones!». Es aquí donde se debate y hoy se debe aprobar el severo paquete de austeridad y medidas de choque. Es la condición indispensable para recibir el crédito de 110.000 millones de euros que permitirá respirar al país a corto plazo. Para empezar, podrán pagar al menos el vencimiento inminente de títulos por 8.500 millones del próximo 19 de mayo. Luego será una maratón de años para reducir un déficit del 13%, falseado hasta hace un mes como si fuera la mitad, y una deuda de 113% del PIB. Y sobre todo, para recuperar una credibilidad dilapidada. Ahora el precio es muy alto y de ahí la furia de la gente.

En el mejor de los casos se congelarán los salarios hasta 2014, pero habrá recortes generalizados. El IVA de tabaco, alcohol, gasolina y bienes de lujo subirá del 21% al 23%. Otro frente es el fin del derroche público, de los privilegios, la lucha contra el enorme fraude fiscal y la picaresca. El partido socialista de Papandreu, vencedor de las elecciones de octubre, se ha topado con la catástrofe y le ha tocado afrontarla. Cuenta con mayoría absoluta, pero el partido conservador, uno de los causantes del desastre en la anterior legislatura, se opone al plan. En busca de la unidad nacional, Papandreu pidió ayer una reunión con todos los líderes políticos bajo la dirección del presidente Karolos Papoulias.

Los ministros para Europa de Francia y Alemania viajarán la próxima semana a Atenas para transmitir confianza a los ciudadanos. «Tienen que comprender que no es un castigo, sólo una píldora amarga», explicó Pierre Lellouche, el titular francés. Probablemente también lo será para él el viaje a Atenas.