La exigencia de la excarcelación de presos retrasa el fin de la pesadilla

Albert Vilalta y Roque Pascual siguen en manos de Al-Qaida en el Magreb Islámico, en el desierto del norte de Mali.

El pasado 5 de marzo, una nueva demanda de los terroristas comandados por Mojtar Belmojtar, el jefe de la célula que retiene a los españoles, complicaba la liberación. Pidieron, a través de los negociadores, la excarcelación de presos islamistas detenidos en Mauritania. En un primer momento sólo se había exigido el pago de un rescate millonario, que algunas fuentes cifraban en cinco millones de dólares. Sin embargo, el Gobierno de Nuakchot se niega a indultar a ningún preso, a diferencia de lo que el pasado 22 de febrero las autoridades de Mali para conseguir la liberación del francés Pierre Camatte.

Es posible que aún haya que esperar semanas, si no meses, para conseguir el rescate de Vilalta y Pascual, como se ha visto en secuestros anteriores. El año pasado, la alemana Marianne Petzold y la suiza Gabriela Barco fueron liberadas en abril, mientras que su maridosiguió en poder de los terroristas durante un mes más.