El religioso con ébola, «estable y consciente» y a la espera de tratamiento

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Manuel García Viejo, el religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD) infectado por ébola e ingresado en el hospital Carlos III de Madrid, está "estable y consciente" dentro de la gravedad, y aún no recibe tratamiento experimental contra el virus.

Así lo ha informado Juan Ciudad, ONG perteneciente a la orden, en un comunicado en el que ha explicado que "se siguen estudiando posibles alternativas terapéuticas experimentales relacionadas con el tratamiento de la enfermedad provocada por el virus del ébola".

"Pedimos una vez más paciencia y cautela ante su estado de salud", ha señalado la orden en su nota, además de recordar que el religioso, de 69 años, ha pedido que se mantenga la privacidad sobre su situación médica.

Mientras, los médicos que tratan al padre Manuel García Viejo continúan buscando lo imposible. Un tratamiento que ofrecer al misionero tras comprobar que no queda ZMapp disponible en el mundo y una nueva remesa, siempre experimental, no llegará hasta finales de año. Demasiado tarde para el enfermo leonés, de 69 años, si no es capaz de superar la enfermedad ayudado por los cuidados de los profesionales del Carlos III y el paracetamol que le suministran.

Malos augurios

La pandemia del ébola solo puede empeorar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Centros de Control y Prevenciones de Estados Unidos (CDC) están convencidos. En un artículo publicado en la revista New England Journal of Medicine, el organismo de Naciones Unidas advierte de que si todo sigue igual, si la comunidad internacional no se implica de verdad en la resolución de esta pandemia que se ha cobrado más de 2.600 vidas, la situación puede ser catastrófica en apenas 40 días. En noviembre habrá 9.939 casos en Liberia, 5.925 en Guinea y 5.063 en Sierra Leona, indican los expertos de la OMS. El estudio también asegura que habrá «centenares» de muertos cada semana, sino millares». La tasa de mortalidad entre las personas infectadas por el virus alcanza a 70,8%. La semana pasada, la ONU había indicado que estimaba en 20.000 el número de personas infectadas para fines de 2014. Pero el ritmo de crecimiento exponencial de la epidemia supera las previsiones de los científicos, que llaman a reforzar «rápidamente» las medidas de control, en particular durante los funerales, así como reforzar la detección precoz de los casos. Según el último balance de la OMS publicado el lunes, la epidemia de Ébola ha provocado más de 2.800 muertos en el oeste de África.

«Estamos en una tercera fase de crecimiento de la epidemia que es explosiva», afirmó el doctor Christopher Dye, uno de los coautores del estudio durante una conferencia de prensa que tuvo lugar en Ginebra. «Si no detenemos la epidemia rápidamente, ya no será un desastre sino una catástrofe», añadió el científico a AFP. Dye subrayó que esta epidemia, la más grave de la historia de esta fiebre hemorrágica que fuera identificada en 1976, es «bastante similar a otras que han afectado a otros países africanos durante los últimos años, como la República Democrática del Congo y Sudán. «Lo que es diferente no son las características del virus, sino la naturaleza de las poblaciones afectadas», dijo, haciendo hincapié en la gran movilidad de las mismas como factor de contaminación. «En Nigeria, donde el sistema de salud es más sólido, el número de casos ha sido limitado hasta el presente», explicó otra coautora del estudio, Christl Donnelly, profesora en el Imperial College London.

Por su parte, los CDC fueron más drásticos en sus augurios. Aseguraron que entre 500.000 y 1,4 millones de personas podrían verse afectados por el virus, según las proyecciones realizadas con los datos del mes de agosto. El informe del CDC advierte que estas cifras se podían cambiar si el 70% de los infectados fueran tratadas en hospitales en condiciones optimas. En centros de salud como hay en el mundo occidental