Traslado de Montserrat González. / EFE

La 'prueba de restos' confirma que fue la madre la que disparó a Carrasco

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Todas las sospechas se confirman. Fue la madre, Montserrat González, la que disparó el arma que acabó con la vida de Isabel Carrasco el pasado lunes.

Según informan mandos de la investigación, la denominada 'prueba de restos' realizada en la sede central de la Policía Científica en Madrid ha confirmado que la piel y la ropa de González contienen trazas de pólvora y otros componentes, en particular "residuos nitrosos", "compatibles" con haber disparado un arma de fuego.

Esta prueba, que ha llevado varios días en realizarse en los laboratorios del centro policial de Canillas en Madrid, busca restos de nitratos, nitritos, bario, plomo y antimonio.

Los resultados de este análisis son, pues, concordantes con la declaración de la propia imputada, que 30 horas después del crimen, terminó derrumbándose y reconociendo que ella había sido la persona que había apretado el gatillo del revólver Taurus del calibre 32 que acabó con la vida de la presidenta de la Diputación de León, quien recibió tres disparos, todos ellos mortales.

También el policía nacional retirado que fue testigos de los hechos desde el principio apuntó que fue la mayor de las dos mujeres (González estuvo acompañada a unos metros por su hija Triana Martínez) la que disparó el arma y que fue por ello que se centró en seguirla cuando ambas mujeres se separaron.

Por otro lado, efectivos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional hoy la vivienda de Raquel Gago, la policía local detenida y encarcelada por su participación en el crimen. Gago fue la persona que, 30 horas después del crimen entregó el arma homicida y que adujo que Triana Martínez la había ocultado en su coche sin que ella se percatar.

Según informaron fuentes de la investigación fue llevada a su vivienda, en el polígono de Eras de Renueva de León desde la cárcel de Mansilla de las Mulas, para participar en la inspección. El papel de esta agente sigue siendo la mayor incógnita de este caso que la Policía considera ya prácticamente resuelto.