Erdogan felicita a las Fuerzas Armadas turcas por derribar un avión militar sirio

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha felicitado hoy al ejército turco por derribar un avión militar sirio cerca de la frontera y alertó de una respuesta "contundente" si se viola el espacio aéreo de Turquía. "Nuestra respuesta será contundente si se viola nuestro espacio aéreo", ha señalado Erdogan durante un mitin electoral, en referencia al gobierno del presidente sirio, Bashar al Asad.

Y es que Siria ha acusado hoy a Turquía de haber derribado uno de sus cazabombarderos que "perseguía a terroristas en territorio sirio", según ha informado una fuente militar no identificada a la agencia oficial siria Sana. "Las fuerzas de defensa aérea turcas derribaron un caza que perseguía a terroristas dentro de territorio sirio en el área de Kasab, en las afueras de Latakia (noroeste), y el piloto consiguió aterrizar en paracaídas", ha indicado la fuente.

El régimen sirio ha lamentado esta "agresión militar sin precedentes y absolutamente injustificada contra la soberanía y la integridad territorial de Siria". Ha calificado este hecho de "política agresiva del Gobierno de (el primer ministro turco, Recep Tayyip) Erdogan" y una señal de apoyo a los grupos terroristas armados que "han tomado la frontera con Turquía como un punto de lucha armada para matar a ciudadanos sirios inocentes y destruir infraestructuras" de ese pueblo.

Según la fuente militar, este ataque demuestra la participación real de Turquía en lo que está sucediendo en Siria desde comienzos de la crisis, y refleja "el fracaso y la incapacidad de Erdogan en abordar las necesidades de la población turca, que sale a diario a manifestarse contra él y a exigir la caída de su régimen". Siria ha exigido al Gobierno turco que detenga "la agresión y su apoyo al terrorismo, y que respete las decisiones del Consejo de Seguridad (de la ONU), sin involucrarse en aventuras militares inútiles e injustificables".

Es la primera vez que el Ejército turco derriba un avión militar del país vecino, que se encuentra inmerso en una guerra civil desde hace ya tres años. A finales de 2012, varios obuses sirios impactaron en el territorio de Turquía. Uno de ellos causó cinco muertos en Akçakale, un pueblo de la provincia fronteriza turca de Sanliurfa. En represalia por esa acción, que fue condenada por numerosos gobiernos occidentales y la OTAN, Turquía bombardeó durante horas el territorio sirio, lo que causó también la muerte a varios soldados leales al presidente Bachar al Asad.

Tras esos incidentes, la OTAN decidió desplegar en la frontera seis baterías de misiles Patriot para defender a Turquía de posibles ataques desde Siria, pero que debían servir como un elemento de disuasión y ayudar a reducir las tensiones diplomáticas entre ambos países.