Una familia muy conocida en Gijón, destrozada por la tragedia

Los seis fallecidos en el incendio de Tordómar -abuela, dos hijas y tres nietos- forman parte de una familia muy conocida en Gijón vinculados a la parroquia de Deva, donde la familia regenta el hotel Ermita de Deva. María José Medio Bozmedia, de 59 años, era enfermera y trabajaba en un centro de salud gijonés. Su hija María, de 36 años, trabajaba como profesora en el colegio Virgen Reina y la pequeña, Almudena, se encontraba actualmente en paro tras haber trabajando varios años en una constructora, además, tenía un negocio de diseño de ropa infantil. Los tres menores fallecidos son sus hijos.En la casa también se encontraba su hermana pequeña, Lola, y los maridos de las tres hermanas, así como los otros niños. Se habían reunido para celebrar el cumpleaños de la abuela María José. El padre de esta última, Faustino, es muy conocido en Gijón por su profesión de veterinario.

La muerte de los seis miembros de esta familia ha consternado al municipio de Gijón. El Ayuntamiento de Gijón ha decretado tres días de luto oficial y el Principado, también ha expresado su consternación por lo ocurrido. La alcaldesa de Tordómar, Inmaculada Sierra, ha declarado tres días de luto en la localidad por el fallecimiento de los seis gijoneses. La regidora ha asegurado que los vecinos están «consternados» y que ha sido «un mazazo» para todo. Inmaculada Sierra ha señalado que es «muy triste» que una familia que ha llegado a la localidad para una celebración y estar juntos un fin de semana haya sufrido «un golpe así» y ha lamentado sobre todo el hecho de que varios de los fallecidos y heridos sean niños. Además de los seis fallecidos hay cinco personas heridas y un hombre, que fue el que se percató del incendio y el que dio el aviso, que ha resultado ileso, pero que se encuentra ingresado bajo vigilancia psicológica, según han explicado desde el Hospital Universitario de Burgos. Estos cinco pacientes son Luis Fuentes Ortea, Luis Fidalgo Díaz, Ignacio Fuentes y Dolores Medio y dos niños de siete meses y cinco años. Uno de los adultos y uno de los niños han sido dados ya de alta. El resto de ellos continuarán ingresados, uno de ellos bajo vigilancia psicológica «y los otros dos para el control de las quemaduras que presentan. La niña además está siendo atendida desde el servicio de Pediatría», precisaron desde el hospital.

Según las primeras investigaciones, el origen del suceso se debe a una chispa que saltó de la chimenea, que acabó por prender en el mobiliario cercano y en unos plásticos y comenzó a arder sin llama, lo que provocó los gases tóxicos que casusaron la muerte a las seis personas.