El Madrid se mantiene invulnerable

Aunque Cristiano no vivió su mejor noche y fue superado por Kiko Casilla, este Madrid rutilante mantiene una progresión sin freno, acumula 20 encuentros sin perder, lo que iguala el mejor registro de Mourinho, y ya espera a su rival en semifinales de la Copa del Rey. Completó un partido muy profesional ante el Espanyol. Falló más de lo habitual en ataque pero volvió a ser eficaz en defensa, donde antaño fracasaba. Son ya ocho victorias seguidas y sin encajar un gol, su mejor racha sin ver perforada su portería en sus 112 años de historia. Además, Iker Casillas superó los registros de Araquistain (613 minutos) y Buyo (658) como guardameta que más tiempo ha logrado mantener su puerta a cero. Récords que son significativos en un equipo atacante por antonomasia.

Aunque el Madrid jamás perdió una eliminatoria de Copa tras ganar 0-1 el partido de ida lejos de casa, hizo bien Ancelotti al tomárselo muy en serio frente a un Espanyol que suele ser correoso y compite bien si Sergio García está entonado. Carletto reservó a algún futbolista importante como Modric para evitar riesgos de lesiones por acumulación de minutos, pero puso en liza a un gran equipo y reforzó de forma notable el centro del campo.

La presencia en el eje de Xabi Alonso y de su alumno Illarra garantizaron el equilibrio, una obsesión de todo técnico, y más si es italiano. Con los guipuzcoanos, Di María cerca de ellos e Isco de falso ariete, el Madrid disfrutaba de un bloque muy capacitado para controlar el balón, manejar los tiempos del partido y evitar sustos. En realidad, sólo Cristiano gozaba de plena libertad.

Dominantes

Ante un rival timorato, preparado para Aguirre para defenderse y descolgarse en alguna contra que pudiera igualar la eliminatoria, los locales salieron en plan dominantes. Nada mejor que una presión alta y un gol para evitar cualquier atisbo de duda. Y llegó muy pronto tras una acción soberbia, facilitada por un desajuste ‘perico’. Xabi Alonso paró, templó y dio un pase de esos que sólo el de Tolosa sabe dar. Jesé, titular en detrimento del lesionado Bale, definió con grandeza. Hizo un control orientado con el pecho, levantó la cabeza, cualidad que distingue a los grandes jugadores, y en lugar de cruzarla sorprendió a Casilla por su palo más cercano.

El Madrid ejerció un control absoluto del juego hasta el descanso. Pudo hacer más goles pero el portero visitante estuvo atinado para desviar sendos lanzamientos de Cristiano y Di María. Sólo en los minutos finales los catalanes pisaron el área y generaron cierta inquietud en la grada con una volea de Pizzi. La enganchó bien el portugués pero colocó mal el cuerpo y se le fue alta.

Como curiosidades, se enfrentaron Nacho y Alex, los hermanos Fernández, y Xabi Alonso y Arbeloa discutieron acaloradamente algún lance en el que intervino Sergio Ramos para templar gaitas. No debe sacarse punta a esa bronca a pie de césped porque se trata de dos íntimos amigos.

El choque se descontroló más tras al descanso. Los blancos se relajaron ligeramente y los espanyolistas se vieron obligados a dar un paso al frente, ya con Córdoba en el campo junto a Sergio García. Estaba en fuera de juego el colombiano, pero Iker Casillas volvió a sacarle otro balón como en la ida. Cualquiera le hace un gol en estos momentos al mostoleño, en el extraño papel de tener que someterse a continuas reválidas a estas alturas de la película.

Faltaba un detalle. Definitivamente, Coentrao no tiene acierto, ni suerte. Tuvo que ser sustituido tras darse un golpe en la cabeza con Stuani. Marcelo era un recambio natural pero Ancelotti prefirió cerrar filas con Pepe y trasladar a Nacho al carril zurdo. Sin concesiones.