«No tuve que ver con el 23-F, ni con su organización ni con nada»

El exgeneral de División Alfonso Armada insistió en que no tuvo “nada que ver” con la intentona golpista del 23-F, en una entrevista publicada coincidiendo con el 25 aniversario de esa efeméride en 2006. Armada fue indultado por el Gobierno el 24 de diciembre de 1988, y desde entonces divide su residencia entre Madrid y Santa Cruz de Rivadulla, situada a unos veinte kilómetros de Santiago de Compostela. El marqués de Santa Cruz de Rivadulla dijo que “no tenía ganas” de volver a explicar su versión sobre la intentona golpista del 23-F, pero reiteró que no participó en la misma. “No tuve nada que ver con el 23-F, ni con su organización ni con nada”, subrayó Armada, quien apostilló: “Yo lo he dicho siempre, pero nadie me cree”.

Armada fue arrestado el 28 de febrero de 1981, cinco días después del 23-F. Según los planes de los golpistas, el exgeneral era la persona que debía asumir la Presidencia del Gobierno en el caso de que triunfase la intentona. El exgeneral ya informó entonces que no tenía intención de escribir o volver a hablar sobre esos hechos. “No voy a escribir otras memorias. Ya las he escrito. Para qué otras y decir lo mismo”, se preguntó.

Armada fue especialmente crítico con los medios de comunicación escritos, pues sostuvo que “lo que pasó”, en alusión al golpe del 23-F. “Y nunca ha salido publicado como yo lo he dicho”, agregó. Por ese mismo motivo, indicó, tampoco quiere hablar del periodo de transición democrática en España, aunque confiesó: “Viví bien, para que lo voy a negar”. El exgeneral sufrió bastante por su saludo. En 1988 padeció una embolia cerebral y en 1995 un infarto agudo de miocardio.

El cultivo de camelias

Alfonso Armada se calificó en 2006 a sí mismo como “una persona normal, una persona vulgar”, entregado al cultivo de camelias en su pazo medieval de la localidad gallega de Santa Cruz de Rivadulla y a atender a su numerosa familia, compuesta por diez hijos, veinticinco nietos y cuatro biznietos. El marqués de Santa Cruz de Rivadulla puso como ejemplo para justificar su escepticismo ante la prensa algunas biografías suyas, en las que por error se señala que nació en otras ciudades y no en Madrid, como así fue. “¿Cómo se puede poner eso?”, se preguntaba.

El e general explicó que su familia cuidaba desde generaciones atrás el pazo gallego de Santa Cruz, convertido actualmente en un importante centro de producción de plantas y árboles, especialmente camelias, una especie en la que Armada dominó a la perfección.