Activistas de Femen irrumpen en la sesión de control. / Foto: Chema Moya (Efe) | Vídeo: Atlas
incidente en la cámara baja

«Vamos a llegar más lejos»

Lara Alcázar, líder del movimiento Femen en España, ha explicado a su acción en el Congreso tras quedar en libertad a la espera de juicio

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El juez de instrucción número 6 del Juzgado de Plaza de Castilla, Ramiro García de Dios Ferreiro, ha dejado en libertad a las activistas de FEMEN detenidas este martes tras protestar en el Congreso con el torso desnudo al grito de "aborto sagrado" y ha cuestionado que por estos hechos puedan ser acusadas de "perturbar" la sesión plenaria, de acuerdo al artículo 497.2 del nuevo Código Penal.

Según el citado artículo, la actuación de las tres feministas -una española, otra francesa y la tercera ucraniana- sería sancionada a penas de entre seis meses y un año por perturbar gravemente el orden de las sesiones de las Cortes "sin ser miembros del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea Legislativa de Comunidad Autónoma" o a una pena de multa de seis a doce meses en caso de que dicha perturbación se interprete como no grave.

Ambas activistas, una ucraniana y otra francesa, salieron de los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid sobre las ocho y media de la tarde. El juez únicamente les ha impuesto -al igual que a la tercera detenida, de nacionalidad española- la obligación de fijar un domicilio en España, "a efectos de notificaciones y citaciones".

Críticas al atestado policial

En su auto el juez considera "harto difícil" considerar que, como sostiene el atestado policial "sin concretar artículo alguno", se pueda catalogar el acto de protesta de FEMEN como un hecho de perturbación grave penado como un delito de alteración de orden público en el Congreso.

El magistrado señala que "el análisis contextual ponderado impide apreciar perturbación grave del orden de la sesión", y añade que, de acuerdo al nuevo Código Penal, grave es un término "polisémico y abierto" que no puede ser utilizado de un "modo discrecional o sin consistencia factual". Es más, el juez apunta a que el Código Penal aplica el principio de legalidad de forma "mecánica" en lo que se refiere a la perturbación del orden de las sesiones parlamentarias. "Es decir", añade a modo de ejemplo, "si vítores y aplausos de los invitados, con aclamaciones laudatorias hacia un interviniente se produjeran, habría de verse si ello se consideraría como perturbación".

El magistrado recuerda que las activistas ucraniana y francesa asistieron al Congreso "en calidad de invitadas" y de forma "pacífica", y recurre al artículo 3 del Código Civil para sostener que "no parece razonable reconducir la protesta desnudándose el torso a un episodio capaz de producir subjetivamente una perturbación grave del orden". El auto indica que lo que se tiene que someter al artículo 497.2 del Código Penal es si gritar "aborto sagrado" habría perturbado la sesión.

¿Lanzamiento de un zapato?

El juez vuelve a criticar el atestado policial por sostener que una de las detenidas, al ser detenida, se desprendió de uno de sus zapatos y lo arrojó a la tribuna de los diputados. "No se ha aportado grabación videográfica que permitiera constatar el acto del lanzamiento del zapato e incluso en la declaración en sede policial ni tan siquiera consta pregunta alguna relativa al lanzamiento del zapato", indica.

A diferencia de lo que ocurrió con la activista de nacionalidad española, que fue puesta en libertad en sede policial tras dejar constancia de su domicilio para posibles citaciones futuras, las dos de nacionalidad extranjeras fueron trasladadas a sede judicial al no tener domicilio en España. El juez también critica este extremo al entender que "la carencia de domicilio en España no impide que puedan señalar un domicilio, incluso el de su abogada, donde puedan ser citadas para juicio".

"Vamos a llegar más lejos y a seguir protestando"

Lara Alcázar, líder del movimiento Femen en España, y una de las activista que ha protagonizado la protesta contra la reforma de la Ley del Aborto en el Congreso, ha asegurado que las protestas de estas activistas van a continuar. "Por supuesto, vamos a llegar más lejos y por supuesto vamos a seguir protestando", ha dicho tras quedar en libertad a la espera de juicio.

"Nuestra intención ahora es abrir un centro de Femen en Madrid para que las activistas se formen y estas protestas se sigan desarrollándose", ha dicho, al tiempo que ha explicado que su centro de referencia está ahora en París y que, por el momento, son entre 15 o 20 activistas en España.

Tras asegurar que han sido tratadas con "bastante brutalidad" tras la protestas y que les han quedado marcas, ha explicado que sus compañeras, de nacionalidad francesa, han sido trasladas a los juzgados de Plaza de Castilla, donde prestan declaración, acusadas, como ella, de un delito de alteración del orden público. "Nosotras no queríamos intervenir o crear un disturbio dentro de la actividad parlamentaria sino simplemente expresar nuestro desacuerdo con la medida con el señor ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, quiere proponer para que las mujeres estén esclavizadas al servicio de su moral con su reforma de la Ley y eso es lo que hemos hecho, una protesta pacífica", ha añadido.

En la misma línea ha explicado el lema de su protesta 'el aborto es sagrado': "Si para Gallardón es sagrado el catolicismo y es sagrada su moral, para nosotros lo que es sagrado es la vida y la decisión de una mujer sobre su propio cuerpo". Al mismo tiempo, ha insistido en que van a seguir luchando, sin importar lo que diga la opinión pública, la derecha o la izquierda.

Tras realizar dos acciones ante embajadas de Ucrania y Túnez, con menor repercusión, Alcázar considera que esta tercer era "completamente" necesaria porque se está "poniendo en peligro la libertad de las mujeres en España. "Por su puesto, vendrán más acciones", ha añadido. Además, ha defendido utilizar el cuerpo para llevar a cabo estas protestas: "Nuestro cuerpo no es un objeto erótico, es un objeto de protesta, es un contexto político. Están liberados de cualquier sentido patriarcal son usado para nosotras, para uso y disfrute y para nuestras reivindicaciones".

Finalmente, a quienes consideran respulsivo este modo de protestar, la activista a respondido que lo que es "respulsivo" es que "no se tenga en cuenta la opción de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, sobre sus vidas". "No vamos a doblegarnos ante la opinión de un partido fascista, derechista y misógino", ha dicho en referencia al PP, al tiempo que ha asegurado que no quieren desacreditar ningún otro tipo de protesta feminista y que el suyo es solamente uno más.