estudio 2013

La corrupción se expande a la educación

Una de cada cinco personas en el mundo pagan sobornos para acceder a la educación, según un estudio de Transparency International

MADRID Actualizado: Guardar
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La corrupción se extiende hasta la educación hasta el punto de que una de cada cinco personas en el mundo pagan sobornos a cambio de servicios educativos. Un dato que se dispara a uno de cada tres en las zonas más pobres del mundo. Este es el escalofriante dato que revela el informe Global de la Corrupción 2013 de la organización Transparency International. La mayor parte de estos casos se producen en países subdesarrollados o emergentes, donde los controles del dinero público son casi inexistentes.

Una de las formas más habituales de corrupción en el sector educativo tiene que ver con la malversación de fondos públicos o el desvío de recursos destinados inicialmente a libros de estudio procedentes, por ejemplo, de ayuda internacional o el uso indebido de subsidios escolares con fines particulares. El informe recoge el caso de Nigeria donde se perdieron 15,5 millones de euros en dos años por la falta de control gubernamental.

El soborno en el acceso a educación es otra modalidad muy extendida en diversos países en desarrollo. En Vietnam el valor de los sobornos para reservar una vacante en una escuela primaria prestigiosa supera en el doble la renta per cápita. En otras ocasiones se recurre a la compra de calificaciones o la falsificación de diplomas, unas prácticas que ponen en peligro vidas humanas al permitir a personas sin cualificación desempeñar profesiones tan sensibles como medicina o ingenierías. “Todos estos abusos perjudican a los más pobres, que no tienen capacidad para pagarse sus estudios ni el Gobierno les garantiza una educación mínima”, explicó Manuel Villoria, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos y miembro del Consejo de Dirección de Transparencia Internacional (TI) España.

En la educación superior el informe recoge como corrupción pagos ilícitos en la selección de personal y la inscripción de alumnos, nepotismo en la designación de cargos, sobornos para el alojamiento en el campus universitario y la asignación de calificaciones, injerencia indebida de tipo política y corporativa en la investigación o el plagio.

“La educación es un derecho universal del ser humano y hay que protegerlo de la corrupción”, aseguró Jesús Lizcano, presidente de TI España. Además, Lizcano insistió en que acabar con estar prácticas lesivas en el mundo educativo es el primer paso para formar a generaciones intransigentes con cualquier tipo de corrupción. Algo difícil de conseguir si lo viven desde la infancia.

España, como el resto de países europeos, no sale mal parada de este informe. Y es que el índice de corrupción en materia educativa es muy escasa. Sin embargo, como señala el estudio, sí pueden darse casos de nepotismo en la designación de docentes o el plagio en publicaciones académicas, una práctica que en Alemania ha provocado la dimisión de dos ministros.

Entre las medidas que la organización propone se encuentran pautas para la contratación pública, auditorías, códigos de conducta y procedimientos de transparencia y monitoreo pueden resultar mecanismos efectivos para fomentar la integridad en la lucha contra la corrupción.