ceremonia en fornells

La boda íntima de la hija de Artur Mas

El político catalán acompañó hasta el altar a su hija Patricia, que contrajo matrimonio ayer con su prometido en la isla de Menorca

MENORCA Actualizado: Guardar
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Patrícia Mas, la hija del presidente de la Generalitat, se casó ayer por la tarde con el abogado Rubén Torrico en una boda que la pareja ha querido que sea íntima en Fornells (Menorca), el pueblo que la familia de Artur Mas y Helena Rakosnik elige para disfrutar unos días cada verano.

El lugar elegido se debe tanto al arraigo de los Mas a la localidad como a la voluntad de los novios de celebrar un enlace discreto y en la intimidad familiar, con la sencillez que caracteriza esta localidad, de unos 600 habitantes y que forma parte del municipio de Es Mercadal. También han sido la propia Patrícia y Rubén los que han elaborado la lista de invitados: además de los familiares, los novios han invitado a amigos a los que conocen personalmente. Del mundo político sólo asistió Xavier Trias, alcalde de Barcelona, que veranea en Menorca desde hace años, y Núria de Gispert, presidenta del Parlamento de Cataluña, en este caso invitada por el novio, amigo de la familia de la presidenta.

La pareja, que se conoció hace cinco año años estudiando inglés y trabajando en Gran Bretaña, organizó una fiesta de bienvenida este viernes al atardecer, con aquellos de los poco más de 200 invitados que ya estaban en Menorca, que disfrutaron de un aperitivo de bienvenida.

Desde hace 48 años, todos los veranos el president Mas pasa unos días con su familia en esta localidad del norte de la isla, primero con sus padres y hermanos y después también con su mujer y tres hijos, Patrícia, Albert y Artur. Los Mas se alojan como todos los veranos en S'Algaret, un hostal situado en la plaza del pueblo.

La ceremonia se celebró por la tarde en la pequeña iglesia parroquial de Fornells, dedicada a Sant Antoni Abat, y el convite tuvo lugar en el restaurante Ses Salines, al otro lado de la bahía de Fornells, elaborado por el restaurante La Llagosta; después de los aperitivos se sirvió una caldereta típica menorquina, acompañada por vinos y cavas catalanes. La fiesta posterior tuvo lugar en la bahía de Fornells.

Está previsto que la pareja se reincorpore a sus puestos de trabajo la semana que viene, ya que han decidido dejar para más adelante el viaje de novios.