TRIBUNALES

El CGPJ expedienta al juez del 'caso Blesa' por dos faltas disciplinarias muy graves y otra grave

Elpidio José Silva, ya sancionado varias veces en el pasado, se enfrenta a una posible suspensión temporal por su particular método de manejarse en el juzgado

MADRID Actualizado: Guardar
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El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha abierto un expediente disciplinario por tres posibles faltas disciplinarias, dos muy graves y una grave, al instructor del llamado ‘caso Blesa’, el juez Elpidio José Silva Pacheco, quien acumula ya un largo historial de investigaciones por sus particulares métodos de desarrollar sus labores profesionales. No obstante, estas actuaciones administrativas iniciadas a mediados de abril por el órgano de gobierno no guardan relación directa con las diligencias que instruye en la actualidad para esclarecer varias operaciones presuntamente irregulares realizadas en Caja Madrid bajo la presidencia de Miguel Blesa, y que llevaron a este último a ser encarcelado el jueves pasado, si bien salió un día después en libertad tras depositar una fianza de dos millones y medio de euros.

El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid fue sancionado en el pasado hasta en tres ocasiones distintas por el Poder Judicial, si bien dos de esas penas fueron anuladas por el Tribunal Supremo por errores de procedimiento, debido a que la instrucción de los expedientes duró más de lo que permite la ley. Así logró librarse de sendas multas de 6.000 euros, impuestas en abril de 2009 y septiembre de 2010, respectivamente, por “desatender de forma reiterada los requerimientos de instancias judiciales superiores”. No pudo anular, sin embargo, una sanción anterior de tres meses de suspensión, que recibió cuando dirigía un juzgado de San Roque (Cádiz) por “retrasos injustificados” en la tramitación de la causa donde investigaba el siniestro acaecido en 1984 en la refinería de Cepsa en Algeciras, donde murieron 32 personas.

En la actualidad es investigado en otro expediente, que instruye un magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), donde le imputa la presunta comisión de tres faltas disciplinarias: una muy grave por (de nuevo) “retrasos injustificados” en la instrucción de un caso, otra también muy grave por “falta de motivación de algunas resoluciones” -la misma conducta que, fuera de este procedimiento, le atribuye la defensa de Miguel Blesa para pedir su recusación del caso e incluso la nulidad de las actuaciones- y, por último, una grave por “desconsideración hacia el personal de su juzgado”. Precisamente por este último hecho tiene abiertas unas diligencias la Fiscalía de Madrid, a fin de aclarar si realmente está incurriendo en algún tipo de maltrato hacia las personas que trabajan con él e incluso respecto a quienes acuden al juzgado.

Sanciones importantes

Por este expediente aún vivo se enfrenta a sanciones que podrían ir desde una multa de hasta 6.000 euros (por la falta grave) hasta la suspensión temporal en sus funciones durante tres años, el traslado forzoso a otro juzgado o tribunal distante en más de 100 kilómetros e incluso, en caso extremo, con la expulsión de la carrera judicial (penas todas ellas referente a una conducta muy grave). El CGPJ tiene de plazo hasta finales de septiembre para resolver el caso o terminará prescribiendo.

Con fama de jurista atípico y puntilloso en sus resoluciones, poco amigo de dejarse guiar por influencias externas –incluso la profesional que pudiera ejercer la propia Fiscalía, con la que ya ha mantenido posturas discrepantes en distintos casos–, su carrera había estado totalmente alejada de los focos hasta que ordenó el encarcelamiento provisional de Miguel Blesa. De origen granadino y número uno en su promoción de la judicatura, lleva 23 años ejerciendo, habiendo pasado antes de llegar a la capital de España por los juzgados de Ceuta, Cuenca y Las Palmas.