EUROPA ANTE LA CRISIS

Draghi censura a los países que suben impuestos en plena crisis

El presidente del BCE justifica la no adopción de otras medidas complementarias a la bajada de tipos en que "no puede suplantar a los gobiernos"

BRATISLAVA / MADRID Actualizado: Guardar
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“Por el camino más fácil”. Así es como considera el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que están actuando algunos países de la Unión Europea frente a la crisis, al optar por subir impuestos “apremiados por la urgencia” de incrementar sus ingresos para tratar de ajustar sus cuentas públicas. La consecuencia es que la presión fiscal en el territorio comunitario se ha ido elevando en los últimos años hasta alcanzar el 35,7% (nivel medio al cierre de 2011), ante lo cual advirtió de que aumentar la tributación tiene “efectos contractivos” sobre la economía, es decir, se reduce el consumo y, con ello, la propia actividad.

En esta tesitura, el responsable del instituto emisor del euro insistió en la necesidad de profundizar en la senda del recorte de gasto para no lastrar por el “camino” fiscal el crecimiento a corto plazo. Eso sí, los gobiernos europeos no han de esperar que el BCE les eche una mano, como se viene reclamando en las últimas semanas desde distintos ámbitos políticos, sociales e incluso económicos. “No podemos suplantar a aquellos (gobiernos) que no adoptan reformas estructurales” porque la política monetaria no está prevista para esos fines, dijo para justificar que este jueves no adoptara apenas medidas complementarias a la bajada del tipo de interés que, precisamente, justificó en que las previsiones macroeconómicas que manejan no son buenas tras el descenso de las exportaciones alemanas y el bloqueo de la economía francesa.

Así, en cuanto a la posibilidad de facilitar el acceso al crédito para las empresas, sobre todo para las pequeñas y medianas (pymes), el Banco Central se limitó a anunciar la creación de un grupo de trabajo junto al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para “aplicar fórmulas con las que mejorar sus financiación”, aunque no avanzó de que tipo podrían ser ni qué alcance tendrían. Mientras tanto, el BCE mantendrá activado “tanto tiempo sea necesario” –su presidente concretó después que, al menos, hasta julio de 2014- la llamada ‘barra libre’ de financiación bancaria, puesta en marcha en 2008 y que consiste básicamente en conceder a las entidades financieras de la zona euro tanto dinero como le pidan en las operaciones diarias y a un interés fijo –antes se hacía por subasta y a un tipo variable-.

Tipos negativos

Precisamente entre las garantías que se exigen a los bancos para acceder a esas facilidades financieras podría incluirse en el futuro la necesidad de conceder un nivel mínimo de créditos a hogares y empresas, si bien Draghi se limitó a decir que “están consultando” sobre ello sin un plazo fijo. Contrariamente a lo que se sostenía hace un año (con la anterior bajada de tipos) y a la vista de la mala situación económica, sí se mostró dispuesto a situar los tipos de depósito por debajo de 0 (en tasa negativa), es decir, que en vez de remunerar el BCE a las entidades por dejar parte de su dinero en la institución (como ocurre ahora) serían aquellas las que abonarán cierta suma al Banco Central. “Tenemos la mente abierta y estamos técnicamente preparados para ello”, apuntó tras recordar que desde julio de 2012 ya no está dando retribuyendo por esos capitales dado el nivel mínimo en que se encuentra el precio del dinero.

Draghi quiso poner en valor el último descenso de tipos frente a aquellos que incluso llegaron a pensar que los subiría, tras una reciente sugerencia en este sentido de la canciller alemana, Ángela Merkel. “No creo que su comentario fuera hecho para influir sobre nosotros”, apuntó el presidente para quitar importancia al asunto y explicar que seguramente “quería decir que existen diferentes situaciones en la zona euro, ya que los ciclos de los negocios no son los mismos porque no están sincronizados". A este respecto, añadió que las medidas de política monetaria “pueden beneficiar a unos más que a otros”, si bien aseveró que la decisión de este jueves “favorece a todos, también a los (países) fuertes", como la propia Alemania.