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Italia: el desastre del PD

El final provisional de la azarosa reelección de Napolitano produce ya una víctima de peso: el Partido Democrático y su secretario general, Pierluigi Bersani

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La reelección de Giorgio Napolitano como presidente de la República de Italia solo empezó a ser considerada a última hora de ayer, cuando se supo que la gran operación montada en torno al candidato del Partido Democrático y sus aliados, Romano Prodi, había fracasado… por la indisciplina vergonzosa de sus electores: los compromisos aceptados aseguraban algo más de la mitad más uno de los votos requeridos en la cuarta votación (504) pero el antiguo primer ministro solo recibió 395…

El final provisional de la azarosa elección del nuevo presidente de la República, un anciano de casi 88 años que deseaba retirarse y verosímilmente dejará el puesto más pronto que tarde, había producido ya una víctima de peso y un perdedor de envergadura: el Partido Democrático y su secretario general, Pierluigi Bersani.

El partido es la expresión de la izquierda clásica y receptor de casi todas las corrientes de opinión y sensibilidades que giraron en torno al viejo Partido Comunista, que fue una fuerza extraordinaria en Italia, aunque nunca pudo conquistar el poder, y del que salió la casi totalidad de la clase política progresista. Su líder anunció de inmediato que en cuanto hubiera un nuevo jefe de Estado dimitirá como secretario general.

Lecciones varias

Eso era inevitable porque la falta de respaldo al candidato pactado tras negociaciones y acuerdos con otras fuerzas para asegurar la elección de Prodi, significa que Bersani no controla el partido y ni siquiera conoce bien sus entresijos y quién es quién… Su dimisión era inevitable y, de hecho, según escriben hoy varios diarios, no le importará mucho tampoco porque se sentía mal aconsejado y cercano a una crisis por el liderazgo que parece disputarle ya casi abiertamente su correligionario Matteo Renzi, el popular e impaciente alcalde de Florencia.

Naturalmente, en Italia había media docena de personas capaces de suceder honorablemente al saliente Giorgio Napolitano, pero en cada una de ellas encontró algún sector algo que le aconseja boicotear su nombramiento. Stefano Rodotà, el candidato del “Movimiento Cinco Estrellas” es un caso particular: tenido por ideal para el Quirinal… el hecho mismo de que haya sido presentado por Beppe Grillo (quien se negó en redondo a permitir con un arreglo la investidura de Bersani como primer ministro tras la elección legislativa) garantizó el desacuerdo.

Los problemas de Bersani empezaron cuando se puso de acuerdo con el jefe de la derecha y “bestia negra” del PD y de Grillo, sobre un nombre igualmente capaz, Franco Marini. Bersani supuso razonablemente que tras haber rechazado sin la menor dura el acuerdo-trampa que le propuso Berlusconi para facilitar su investidura como jefe de gobierno podía consensuar con él un candidato y ese fue Franco Marini, a quien el director de “La Reppublica•, Enzo Mauro, describió como “un hombre antiguo y respetable”… que habría servido… pero no alcanzó el número de votos suficiente, lo mismo que, inmediatamente después, Romano Prodi.

El punto muerto empezó a ser inquietante y alguien decidió sondear al anciano Napolitano al parecer sin esperanzas de convencerle. Pero el presidente aceptó tal vez para sanear un poco el escenario político y facilitar lo que, a medio plazo, parece inevitable: una nueva elección legislativa visto que la última no ha resuelto nada…