Valentín Fuster: «La generación anterior hemos hecho mucho daño a los jóvenes porque se lo hemos dado todo»

Valentín Fuster (Barcelona, 1943) cree que este mundo necesita más optimismo, para que las personas se puedan desarrollar y la sociedad salga de la crisis que lo invade todo. Con esta finalidad, el cardiólogo y divulgador ha recopilado sus ideas más íntimas sobre las adversidades, el pesimismo y la forma de superarlo en ‘el círculo de la motivación’ (Planeta). Un libro que “no es filosófico ni de autoayuda”, según el doctor Fuster, sino que insta sobre todo a los jóvenes a que continúen en la lucha para encontrar su camino en esta vida y no caigan en el desaliento. “La generación anterior hemos hecho mucho daño a los jóvenes porque se lo hemos dado todo”, afirma rotundo. Por este motivo, rechaza que se les acuse de pasividad a las nuevas generaciones, que son los que más están sufriendo las consecuencias de la crisis. “El libro quiere contribuir a transformar el desaliento reinante en entusiasmo, con el propósito de impulsar un cambio que cada día es más necesario”, añade.

En ‘El círculo de la motivación, Fuster plantea una serie de problemas o de conceptos y las soluciones/motivaciones que se ha ido encontrando a lo largo de su carrera personal con todo tipo de enfermos que buscan encarar su dolencia. “El más rico y el más pobre son iguales ante la misma enfermedad”, ha comentado en la presentación de su quinto libro en tres años. Fuster ayuda en este camino con una herramienta que ha confesado que ha utilizado con familiares y pacientes y que denomina como círculo de la vida. En la parte superior están la satisfacción (izquierda), que para Fuster se logra al fijar una meta realista, que se podrá alcanzar si se abandonan “las actitudes negativas, las lamentaciones y la pasividad”. A su lado, precisamente se encuentra esta última, que puede ser consecuencia de no estar satisfechos con nada. “Lo que la sociedad entiende como éxito es superficial. Para mí, se encuentra en lo que te llena”, comenta Fuster. “Si no somos capaces de estar motivados, tarde o temprano comenzaremos a caer en el círculo”, afirma.

En la parte inferior están colocados la frustración (a la derecha), que define como “la culminación de una pasividad inferior o una respuesta emocional a los obstáculos que nos impiden avanzar”. Y en la parte izquierda, la motivación, el foco de atención del premio Príncipe de Asturias de Ciencia y Tecnología (1996) y que califica como la parte “más íntima del individuo” ya que solo el individuo frustrado puede decidir el cómo y el cuándo va a cambiar de actitud. Este apartado está dividido en dos grandes bloques. El primero formado por las ‘4T’ destinadas a obtener satisfacción: tiempo para la reflexión, talento para descubrir, transmitir optimismo y la tutoría “de adultos”. El segundo, las ‘4A’ sirven para adquirir fuerzas y avanzar: aceptación, actitud positiva, autenticidad y altruismo. Unas herramientas, según el doctor Fuster, para acabar con la negatividad que invade a la sociedad.