La infanta Cristina, a su llegada al domicilio de Pedralbes. / Foto: Gtres | Vídeo: Atlas
'caso nóos'

Los catorce indicios del juez contra la infanta

Castro, sin el apoyo de la Fiscalía, ha valorado la acumulación de indicios que apuntarían a que la duquesa estaba al tanto de los negocios de su marido

MADRID Actualizado: Guardar
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El juez José Castro, en su auto de abril de 2013, enumeraba la acumulación de catorce indicios que le han hecho cambiar de opinión con respecto a su determinación en febrero de 2012 de no imputar a la infanta. El magistrado reconoce que, por sí solos, ninguno de ellos sería suficiente para acusarla, pero la conjunción de todos ellos -apunta- hacen ineludible la obligación de escuchar su versión. Y dado que puede autoinculparse, resuelve que no sea citada como testigo, sino como imputada el día 8 de marzo, a las 10.00 horas.

1. La evolución de los hechos. El juez enmarca el nombramiento de la infanta como vocal del Instituto Nóos y la compra al 50% de la inmobiliaria Aizoon, como parte de un plan “previo” diseñado por su marido y Diego Torres para enriquecerse de manera ilícita.

2. Nadie le avisó. Castro dice no “terminar de entender” que nadie, y en especial su secretario, Carlos García Revenga, “participara” a la infanta del “trato privilegiado” que estaba teniendo su marido en las instituciones públicas en virtud de su título.

3. Ocultamiento. Las sospechas del juez se hacen más serias al saber que ni Cristina de Borbón ni su marido se “cuestionaran” que Carlos García Revenga ocultara al Rey su participación en el Instituto Nóos.

4. Figurar. El juez no se cree que la infanta desconociera que había sido incluida en la directiva de Nóos como gancho para futuros contratos y recuerda que no hizo nada para “desvincularse” de ese instituto cuando llegaron las primeras noticias de supuestas irregularidades.

5. Mensaje del Rey. Castro no se cree que la infanta, aunque fuera por boca de García Revenga, no supiera de las presuntas ilegalidades que estaba cometiendo su marido, sobre todo habida cuenta de que el Rey mandó al conde de Fontao en 2006 para separar a Urdangarin del instituto Nóos.

6. Padre e hija. El instructor considera increíble que don Juan Carlos “no comentara con su hija las críticas que había hecho llegar a su marido” a través del conde de Fontao.

7. Gastos personales. José Castro recuerda que la hija del monarca cargaba cargos personales a Aizoon, la inmobiliaria supuestamente usada para desviar casi un millón de euros públicos a los bolsillos de Urdangarin.

8. Irregularidades laborales. El juez apunta que la infanta y su marido contrataron a través de Aizoon a trabajadores irregulares para el servicio doméstico.

9. Irregularidades fiscales. Castro recrimina a la infanta, como coopropietaria de Aizoon, que permitiera que su marido cargara a la empresa familiar la facturación de su trabajos profesionales, incurriendo en un delito fiscal.

10. Vela. La infanta, según los correos de Torres, tuvo una “intervención” en las gestiones para la fundación de niños discapacitados intentara tener un equipo de vela (proyecto Ayre) en la Copa América.

11. Las acusaciones de Torres. El exsocio de Urdangarin aseguró “categóricamente” que la infanta tenía la misma participación en Nóos que el resto de los miembros de su directiva, todos ellos ya imputados.

12. A espaldas. “Difícilmente puede estructurase que Urdangarin actuara a espaldas a su esposa” en las negociaciones para Illes Balears o el Valencia Summits, cuando estos encuentros tuvieron lugar en el Palacio de Marivent o en Zarzuela.

13. Corinna. El juez no cree que Cristina fuera ajena a los negocios de su marido cuando éste pasó a Corinna la cuenta en la que debía ingresarle dinero de la fundación Laureus. Un depósito del que era cotitular la infanta.

14. Últimos correos. La última prueba que esgrime Castro es la última tanda de correos aportados por Diego Torres en los que Urdangarin en varias ocasiones informa directamente a su esposa de las gestiones y del día a día del Insitituto Nóos.