TENSIÓN EN LA PENÍNSULA COREANA

Pyongyang impide la entrada de trabajadores surcoreanos

El régimen da un paso más al retener en la frontera a los empleados del complejo industrial de Kaesong

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Las autoridades norcoreanas han retenido en la frontera a los trabajadores surcoreanos del complejo industrial ubicado en la localidad de Kaesong, según ha informado el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.

"Estamos esperando a que las autoridades norcoreanas permitan el acceso", ha dicho un funcionario surcoreano, que ha apuntado que actualmente hay 179 trabajadores surcoreanos a espera de entrar y 861 dentro. La apertura de Kaesong ya se ha retrasado una hora.

El Gobierno de Kim Jong-Un amenazó el pasado sábado con "cerrar y anular despiadadamente" el complejo industrial si Corea del Sur seguía insultando su "dignidad", en medio de la escalada de tensión bilateral.

El complejo industrial se encuentra en la región administrativa de Kaesong, en Corea del Norte, a unos diez kilómetros de la frontera común. Desde 2004, cuando abrió sus puertas, 123 empresas surcoreanas se han asentado allí para dar trabajo a miles de norcoreanos. Kaesong es uno de los escasos ejemplos de cooperación entre las dos Coreas, que técnicamente se encuentran en guerra, ya que tras tres años de combates se limitaron a firmar un armisticio para poner fin a las hostilidades, en lugar de un acuerdo de paz.

Estado de guerra

Las dos Coreas se encuentran en "estado de guerra" desde el pasado sábado, cuando el Gobierno de Kim Jong-Un anunció a través de un comunicado que a partir de ese momento todos los problemas que surjan en las relaciones bilaterales "serán abordados de esta forma". Además, apeló a "una batalla final a vida o muerte" para terminar con "la historia de un largo enfrentamiento con Estados Unidos y dar comienzo a una nueva era". Anteriormente, había amenazado con atacar las bases militares del país norteamericano en Hawai, Guam y Japón.

El régimen comunista ha atribuido su decisión a las amenazas proferidas por Corea del Sur y Estados Unidos, con las que "han rebasado los límites", pasando de "la fase de la amenaza y el chantaje a la temeraria fase de guerra actual".

Estos movimientos se enmarcan en la escalada de tensión regional, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre, y que ha continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, por parte de Corea del Norte. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.