Casillas ya tiene competencia real

La competencia que tanto ha reclamado José Mourinho para Casillas en el Real Madrid y que ahora está representada por Diego López, ya la tiene también el capitán en la selección. Se llama Víctor Valdés, que en su primer partido grande con España, en una verdadera 'final', resultó determinante en Saint-Denis, donde ya fue decisivo para conquistar la 'Champions' de 2006.

Del Bosque tendrá que gestionar ahora el pulso que se le ha planteado en la portería. Sin embargo, con Casillas recién dado de alta tras dos meses fuera y dado que, al parecer, ya no contará demasiado para su 'enemigo' Mourinho, el seleccionador lo debería tener más fácil. Para la Copa Confederaciones del mes de junio, contra Uruguay, Tahití y Nigeria en la primera fase, las puertas de 'La Roja' se le han abierto a Valdés, aunque Del Bosque insiste en que su «mayor problema» es «dar sitio en el equipo a todos los que se lo merecen».

Valdés tuvo dos paradas portentosas, un mano a mano con Ribéry que sacó con el muslo en la primera parte, y un milagro de los que suele hacer gala Casillas, con un guante a cabezazo a bocajarro de Evra a última hora, aunque esa jugada ya estaba anulada por el línea. En la primera acción confirmó su valentía y que es uno de los mejores del mundo en el uno contra uno, y en la segunda una increíble capacidad de reflejos.

Si con Casillas de baja alguien tenía alguna duda entre Valdés y Reina, y con De Gea por detrás -aún no ha debutado con la campeona-, también se han disipado tras la formidable actuación del azulgrana en París. Aun sancionado en estos momentos con el Barcelona por el arrebato que le dio tras la derrota liguera en el Bernabéu, Del Bosque tenía claro que debía ser el segundo mejor del mundo -para algunos el azulgrana es el primero- el que debía guardar la puerta de España.

Con los guardametas del Madrid y el Barça 'La Roja' está más que segura en la portería. De momento, Valdés ha hecho olvidar a Casillas. El gran capitán de España, el 'santo' de la 'triple corona' consecutiva, con su 'mano de Dios' a Robben en el Mundial de Sudáfrica, y sus penaltis parados a Italia en los cuartos de la Eurocopa 2008, entre otras hazañas, tiene motivos para preocuparse.