Fútbol

La mejor España conquista París

Con su trabajada y brillante victoria ante Francia, con un gol de Pedro que confirmó su superioridad, da un paso decisivo hacia el Mundial

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Tan exigida como estaba, amenazada por una repesca de desprestigio y rodeada de dudas ofensivas y defensivas, en París volvió la mejor España para conquistar por primera vez la capital francesa en un partido oficial. En esta ocasión, en un choque vital, de los que engrandecen a los campeones, aunque tuvieron que sufrir, contra diez, hasta el pitido final. Otro escollo más superado por una selección irrepetible, que con fútbol y espíritu firmó una trabajada y brillante victoria ante Francia. Así da un paso decisivo hacia el Mundial de Brasil. No fue capaz España de dormir el partido y, con un solo gol, algo ya habitual en su camino hacia la gran cita, padeció, pero reaparecieron el orgullo, la autoridad y el toque para enterrar a quienes desconfiaban de esta selección. Con dos piezas claves recuperadas: Xavi y Xabi Alonso.

Salvo en los diez primeros minutos, en los que Francia sorprendió al ser atrevida y empujar ante una nerviosa España, de ahí al final fue un repaso de la selección de Del Bosque, que recuperó su mejor versión, la del toque, la autoridad y la movilidad, aunque faltó profundidad para crear ocasiones. Tuvo dos, una muy tempranera de Xavi que mandó al limbo casi a puerta vacía perjudicado por el césped, y otra que acabó en penalti de Lloris a Pedro a la media hora, aunque el canario se fuese cayendo o tirando. El caso es que, o por la hierba o por una decisión del árbitro, España se fue al descanso sin marcar, cuando lo mereció, porque fue la única que puso el fútbol y llevó la iniciativa, como estaba cantado. Sin embargo, también dio las gracias ‘La Roja’ a la salvadora parada de Valdés a Ribéry en un mano a mano, en uno de los contragolpes de los que dispusieron los ‘bleus’, que demostraron, además de mucho peligro al responder tras sus robos, disciplina defensiva atrás para tapar huecos y dejar inédito a Villa.

Del Bosque no apostó por Cesc como falso ‘9’ como ocurrió en la pasada Europa, en los grandes partidos, sino que prefirió a Villa para arrancar con Xavi en la mediapunta escoltado por Pedro e Iniesta en las bandas. Sin embargo, pese a las subidas amenazantes de Monreal, valiente y decisivo en el 0-1, sí se echaban en falta los centros desde los laterales, porque España, con su filosofía de siempre, apostó por la paciencia y el talento de sus centrocampistas. La construcción, potenciada por Xabi Alonso como pareja fundamental de Busquets, el temple, y el dominio de un equipo con mucho cuajo, no se ponían duda. España jugaba bien. Sin embargo, volvió a evidenciar ‘La Roja’ uno de sus grandes problemas en su camino hacia el Mundial: convertir su inmensa posesión en goles. Faltaba lo más importante, aunque atrás España, pese a algunos errores puntuales, también defendía con orden y por ello solo permitió una oportunidad realmente clara a Francia en todo el primer tiempo. Del Bosque ya había recordado que Arbeloa siempre había marcado bien en la selección a Ribéry, y el lateral madridista volvió a cumplir. Quien falló en esa gran ocasión del extremo del Bayern fue Piqué.

Llegó el momento

Fue sin embargo la que tuvo Xavi en el arranque la que pudo y debió cambiar el rumbo de un partido en el que los franceses parecieron encontrarse cómodos defendiendo -encerrados como los quería Del Bosque-, pero corriendo demasiados riesgos. Porque tal y como jugaba España, el gol visitante tenía que llegar tarde o temprano. Francia, sin embargo, confiaba en sus contras, aunque el ansioso Benzema -abucheado otra vez- no estuvo fino y Ribéry era el único que creó alguna inquietud. En el centro, mucho músculo francés pero nada de juego, porque el balón era de España y la elaboración era de una selección vestida por completo de rojo. Con la intensidad que le ponía España, su continuidad, sin precipitarse, con el campo inclinado y manteniendo a raya a los franceses, la lógica apuntaba cada vez más al triunfo de la campeona del mundo. Llegó el momento de presionar de mejor manera arriba en la segunda mitad, de marear y asustar aún más a Francia con el irrenunciable ‘tiqui-taca’, y de aprovechar el momento, porque tenía que llegar.

Cuando Navas estaba a punto de salir para abrir el terreno de juego y dar otra vertiente ofensiva a España, Monreal volvió a lanzarse con todo arriba, se la puso a Pedro, y el tinerfeño se vengó del derribo anterior de Lloris con su octavo tanto con España en los últimos diez partidos. Un verdadero crack Pedro, que siempre está, tiene descaro, desborde y gol. Lo que necesitaba realmente España. Inmediatamente después del 0-1 salió Navas por Villa y España se quedó sin un punta de referencia, pero dio igual en ataque. Atrás, en cambio, Varane dio un susto monumental a la salida de un córner, antes de que al inexperto Pogba se le fuese la cabeza y se ganase la roja con dos amarillas en un minuto. Ni siquiera así pudo respirar España, porque Francia no quiso rendirse y volvió a empujar muchísimo. Como también se esperaba.