Antonio de Guindos, a su llegada a los juzgados. / Chema Moya (Efe)
Tragedia en Hallo

De Guindos culpa a subordinados de la seguridad en el Madrid Arena

El exdelegado del gabinete ha dicho que desconocía el dispositivo preparado y que él tuvo que informarse del operativo una vez que había ocurrido la desgracia

MADRID Actualizado: Guardar
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El exdelegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid Antonio de Guindos ha descargado este miércoles en sus subordinados Fátima Núñez y Emilio Monteagudo la responsabilidad del dispositivo de seguridad para la fiesta de Halloween en el Madrid Arena del pasado 1 de noviembre. Así lo han indicado los abogados de cuatro de las cinco víctimas de la tragedia tras la declaración de De Guindos durante casi cuatro horas en calidad de imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que investiga la muerte de las jóvenes tras una avalancha humana.

De Guindos ha dicho que la responsable de Seguridad, Fátima Núñez, y el inspector jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, tenían las competencias necesarias para la organización del operativo de seguridad para este evento, según las acusaciones particulares. El exdelegado de Seguridad ha manifestado que desconocía el dispositivo de seguridad del Madrid Arena y que él tuvo que informarse del operativo una vez que había ocurrido la desgracia.

De Guindos ha indicado que la noche del 1 de noviembre hubo "botellón" en el entorno del Madrid Arena, pero la Policía Municipal no intervino porque "no hubo denuncias, ni hubo incidentes y fue una noche tranquila". Ha precisado que la noche de la fiesta no hubo ninguna denuncia por consumo de alcohol, ni hubo ninguna requisa de botellas en el entorno del pabellón por parte de la Policía Municipal. Asimismo, ha reconocido que la dotación de la Policía Municipal para el evento, formada por un oficial, un sargento y doce agentes, era "insuficiente" para cubrir cualquier eventualidad, a pesar de que había pasado de "riesgo medio" a "riesgo alto".

Abdón Núñez, abogado de la familia de Belén Langdon, una de las víctimas de la tragedia, ha estimado que la declaración de Antonio de Guindos no era prematura y ha puesto en evidencia que ha habido "una dejación de funciones por parte de gente de su área de Gobierno". Por su parte, Felipe Moreno, letrado de la familia de Rocío Oña, otra de las víctimas, ha opinado que el exdelegado de Seguridad ha demostrado conocimientos suficientes para defenderse como "gato panza arriba" y ha descargado su responsabilidad en materia de seguridad en sus subordinados.

Falta de previsión

Para Gerardo Viada, representante legal de la familia de Katia Esteban, otra de las víctimas, Antonio de Guindos ha puesto de relieve la absoluta falta de previsión y de planificación en materia de seguridad, así como la imprudencia y la escasa dotación de la Policía Municipal. Si el exdelegado de Seguridad no tenía las facultades para dar la orden de que se celebrara o no el evento, habrá que ver quién tenía esa facultad delegada y por qué no se hicieron inspecciones para controlar el cumplimiento de las medidas de seguridad, ha destacado María José Siñeriz, abogada de la familia de Cristina Arce, otra de las víctimas.

Antes de la declaración de De Guindos, las partes han escuchado una serie de grabaciones de la Policía entre las doce de la noche y las tres de la madrugada del día de los hechos que demuestran desde un principio que saben que hay un "botellón" y que hay más de 3.000 personas en la zona de Lago. La Policía, según Abdón Núñez, tiene conocimiento de lo que está pasando, pero el problema es que "no tienen medios para intervenir"