GIJÓN

Un bebé de dos meses, en estado crítico por un presunto maltrato de sus padres

La Policía detuvo a la pareja e investiga si también agredió a una hermana melliza

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Un bebé de 55 días se debate entre la vida y la muerte en la UCI del Hospital Materno Infantil del HUCA, en Oviedo, debido a las críticas lesiones cerebrales que sufre como consecuencia de un supuesto maltrato por parte de sus progenitores, ambos detenidos por estos hechos. La presunta agresión se produjo la noche del lunes en el domicilio familiar de la calle Elduayen, en La Calzada.

El niño que tiene una melliza y otro hermano de 9 años, fue llevado por sus progenitores al Hospital de Cabueñes en estado inconsciente. Manifestaron a los médicos que el menor había sufrido una caída. Debido a la extrema gravedad que presentaba, desde el centro sanitario se determinó el martes por la tarde el traslado al Hospital Central de Asturias, en Oviedo. Fue llevado entubado en una UVI móvil, acompañado en todo momento por sus padres. Fue en el HUCA, tras las pruebas que se le practicaron, cuando se precisó que el bebé podría haber sido víctima de malos tratos. Se puso entonces el caso en conocimiento de las fuerzas de seguridad del Estado.

El Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo detuvo a sus padres, M. O. G. y D. M. Z., y ordenó un reconocimiento médico exhaustivo de los otros dos hijos de la pareja. La melliza de dos meses fue llevada por sus abuelos paternos, que se han hecho cargo de los menores, a un centro de salud del barrio de La Calzada. Acudieron acompañados por policías de la Comisaría de Gijón. La niña presentaba un golpe en la mejilla, pero su estado de salud no corre peligro.

Reconstrucción

Ayer por la tarde, mientras el bebé luchaba por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Materno Infantil, los agentes encargados de la investigación trasladaron a los dos arrestados hasta el piso de la calle Elduayen donde supuestamente se cometió la agresión. Durante horas, los policías registraron la vivienda de La Calzada en busca de pruebas e indicios que ayuden a esclarecer la terrible historia. Tras la reconstrucción de los hechos, ya por la noche, salieron del domicilio con varios enseres que pertenecen al niño: una bañera de plástico, ropa y otros artículos que llevaron a las dependencias policiales con el objetivo de ser analizados por la Policía Científica.

Los padres salieron del portal custodiados y tapando su rostro con cazadoras para evitar ser vistos. Fueron introducidos en sendos coches y trasladados a los calabozos, a la espera de pasar a disposición del juez de guardia. En el bar de al lado, donde solía parar la madre antes de dar a luz, un corrillo de personas contemplaba la escena aún sin creerse lo sucedido.

«Es tremendo. Es una pareja de lo más normal que lleva un año y pico viviendo aquí y nunca dieron ningún tipo de problema. No acabamos de creer hayan podido hacerle algo tan brutal...», lamentaba uno de los clientes. La gerente del local comentaba que había visto a la madre el lunes por la tarde. «Nos vino a enseñar a los bebés y la niña tenía una ‘heridina’ en la nariz. Dijo que se la había hecho jugando», apuntó.

Según el testimonio aportado a la Policía por algunos vecinos del inmueble, la noche en la que supuestamente se produjo la presunta agresión escucharon «unos intensos lloros de bebé y luego golpes y ruidos durante un rato largo». El padre del menor es camarero y trabaja en una conocida parrilla del barrio de La Calzada. En su declaración a los investigadores, explicó que había llegado de madrugada de trabajar y ya se había encontrado al niño «en ese estado».

La familia del bebé permanece en vilo atenta a la evolución del niño. Su estado es de extrema gravedad, con lesiones cerebrales críticas.