Los goles del Madrid acallan las críticas a Undiano

Undiano Mallenco sabía que estaba señalado. Las declaraciones de Roura antes del partido impedían que su labor fuera juzgada con objetividad. Si el Madrid se sentía perjudicado, consideraría que el árbitro se había dejado influenciar; si los azulgranas quedaban molestos, insistirían en lo dicho con anterioridad por su técnico. Y no lo tuvo fácil. Aguantó la amarilla en el bolsillo en los primeros minutos ante una entrada de Khedira a Iniesta. Acertó al señalar como falta la impetuosa carga de Di María a Messi al borde del área blanca y volvió a atinar un minuto después en el penalti de Piqué a Cristiano Ronaldo.

Los nervios surgieron entre los jugadores del Barcelona, que transformaron sus errores en protestas al colegiado navarro. Sin embargo, Undiano no se dejó intimidar ni cuando Xabi Alonso arrolló a Pedro en el momento en el que el canario se marchaba directo hacia Diego López en una más que posible falta y, por tanto, en otra pena máxima. Su choque con Messi en la jugada posterior acabó por desatar las iras del público local antes del descanso.

La segunda parte resultó más plácida para el trencilla. Mucho ayudó el Madrid para que así fuera. Los goles de Cristiano y Varane acallaron quejas y protestas. La superioridad visitante fue tal ante un Barça desdibujado que los pitos quedaron mudos y la labor arbitral pasó a ser indiferente para todos. Los culés empeoraron aún más su estadística con Undiano sobre el campo, aunque esta vez las culpas fueron más del acusador que del acusado.