operación puerto

Vicioso no pagó nada a Eufemiano y Serrano le utilizó como «traductor»

El exciclista gallego contradice a Manolo Saiz y afirma que fue hospitalizado en el Giro de 2006 «por un virus, no por una intoxicación medicamentosa»

MADRID Actualizado: Guardar
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Con Alberto Contador retirado como testigo de la 'operaciónPuerto' por la defensa de Manolo Saiz, los dos últimos ciclistas obligados a prestar declaración en el juicio, Ángel Vicioso y Marcos Serrano, negaron este viernes haberse sometido a transfusiones de sangre con Eufemiano Fuentes. Sin embargo, ambos admitieron consultas con el principal imputado en la mayor trama del dopaje descubierta en España una vez acabada su relación profesional con el doctor canario. El aragonés Vicioso, suspendido por su actual equipo, el Katusha, por «mentir» sobre su comparecencia en el juicio, llegó a asegurar que no pagó nada a Eufemiano por sus encuentros «en un hotel o en un bar». En el caso de Serrano, el excorredor gallego del Liberty que sufrió un grave problema de salud en el Giro de 2006 debido a una presunta «intoxicación medicamentosa», aparte de contradecir la declaración de Manolo Saiz al comentar que nunca pidió ser tratado por Eufemiano, sorprendió al afirmar que utilizó al médico como «traductor» de italiano.

Vicioso, quien recibió un rapapolvo de la juez por no estar localizable hasta el miércoles, pese a que estaba pendiente de una citación para declarar -«Lo primero que tiene que hacer es ponerse en contacto con el juzgado. Si no, se le puede multar o incluso se puede considerar un delito de obstrucción a la justicia», le advirtió la magistrada-, limitió su relación con Eufemiano a sus años en el Kelme (desde 1999 hasta 2002), aunque desveló que mantuvo «consultas esporádicas y gratuitas» con el supuesto cerebro de la red de dopaje en los tiempos del Liberty, entre 2004 y 2006. «Quedábamos en un hotel o un bar y me aconsejaba, pero nunca pagué nada a Fuentes», declaró Vicioso, que sí reconoció que abonaba «unos 5.000 ó 6.000 euros al año a Ignacio Labarta -uno de los cinco imputados- por la preparación de la temporada». «Era lógico, ya que era mi entrenador», añadió.

A través de videoconferencia desde Lleida, Ángel Vicioso, el único ciclista en activo llamado a testificar, defendió también que no hay bolsas de su sangre entre las incautadas a Eufemiano Fuentes por parte de la Guardia Civil en mayo de 2006 y se ofreció a entregar su ADN a la justicia si le era solicitado, además de reconocer a Roberto Heras (RH) entre los implicados en la 'operaciónPuerto'. «AV son mis iniciales, pero no conozco el documento», apuntó. En cambio, Marcos Serrano, por videoconferencia desde Vigo, intentó desvincularse de la trama al señalar a otro corredor: «Las iniciales MS pueden ser Marcos Serrano, pero también estaba en el equipo Michele Scarpini».

Serrano, que abandonó el Giro de 2006 solo cuatro días antes de que la Guardia Civil detuviese a Eufemiano y Saiz al sentirse enfermo de forma repentina, lo que le obligó a estar diez días ingresado en estado grave, trató de salir al paso de las acusaciones al declarar que el doctor canario fue su médico en el Kelme entre 1994 y 1998, pero que desde 1999 no tuvo ninguna relación profesional con él. «En el Giro de 2006 me dijeron que tenía un virus», comentó Serrano, que dio una explicación muy curiosa a los mensajes enviados entonces por su esposa, Clara, para pedir explicaciones a Eufemiano por su crisis de salud. «En Italia buscaba un médico que pudiera traducirme las palabras de los médicos del hospital y me acordé de que Fuentes sabía hablar italiano, por lo que le pedí a mi mujer que le llamara», respondió, también dispuesto a entregar su ADN «a una autoridad judicial» para cotejar su sangre.