Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría revisan unos datos. / JuanJo Martín (Efe)
debate sobre el estado de la nación

Soraya, el arma secreta de Rajoy

La vicepresidenta del Gobierno lleva un mes preparando las fichas con todos los datos económicos y sociales que ha defendido el presidente

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los que aún se preguntan por qué Soraya Sáenz de Santamaría es una pieza tan decisiva en el proyecto político de Mariano Rajoy han tenido una clara respuesta durante las tres sesiones del debate sobre el estado de la nación. La vicepresidenta del Gobierno, que no ha dejado solo ni un minuto a su jefe de filas, lleva más de un mes coordinando un soterrado trabajo de recopilación de datos, fechas y porcentajes para elaborar las fichas con las que Rajoy ha defendido sus primeros 14 meses de mandato ante los ataques de los portavoces de todos los grupos con representación parlamentaria. Una tarea que, por cierto, viene desempeñando desde 2008, cuando el entonces jefe de la oposición, Mariano Rajoy, la puso al frente del Grupo Parlamentario Popular.

Sáenz Santamaría ha contado para este trabajo con su más estrecho núcleo de confianza: Álvaro Nadal, jefe de la Oficina Económica de La Moncloa; Jorge Moragas, jefe de gabinete de Presidencia; José Luis Ayllón, secretario de estado de Relaciones con las Cortes, y Alfonso Alonso, portavoz del Grupo Popular en el Congreso. Su trabajo ha consistido, básicamente, en cruzar datos entre todos los ministerios para escudriñar aquellos baremos más favorables para la acción del Gobierno de Rajoy. No ha sido una tarea fácil, sobre todo porque los recortes y ajustes han predominado en todas las áreas.

Durante los cara a cara que se han producido durante el debate, en especial el que enfrentó a Rajoy con Rubalcaba, la vicepresidenta se mantuvo en contacto por correo electrónico y por SMS con sus colaboradores para contrastar datos y poder enriquecer las réplicas y dúplicas del presidente.

Los 'presidenciables'

Sáenz de Santamaría, sin dejar de ser la más fiel escudera de Rajoy, va ganando bazas para dar la batalla dentro de siete años, en una hipotética carrera por la sucesión del actual líder del PP. Curiosamente, el miércoles coincidieron en la Cámara Baja otros presidenciables, como María Dolores de Cospedal -en la tribuna de invitados junto a la esposa de Rajoy, Elvira Rodríguez, y a los presidentes de Aragón y La Rioja, Luisa Fernanda Rudi y Pedro Sanz, respectivamente-; y el ministro Alberto Ruiz Gallardón. Solo faltaba, para completar el póquer de candidatos, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

A diferencia de las sesiones de control al Gobierno, que se celebran durante los plenos ordinarios en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría no tuvo que mantener ningún pulso dialéctico con su tocaya y portavoz de la bancada socialista. Soraya Rodríguez, que debutaba en un debate sobre el estado de la nación, tuvo un papel menos relevante. Apenas si se la pudo ver intercambiando alguna opinión con Alfredo Pérez Rubalcaba, que, pese a su dilatada carrera política, también se estrenó como jefe de filas del PSOE en este tipo de debates. Pese a su experiencia, Rajoy lo cogió en algún que otro renuncio a la hora de poner blanco sobre negro algunos de los datos, en concreto en materia de sanidad, que el líder socialista intentó refutar.