Selena Gomez muestra su lado más picante y gamberro

Sensuales, atrevidas, descocadas, picaronas… Un suerte de aspirantes a 'femmes fatales' de angelical mirada atrapadas en un juego que se les va de las manos y que les llevará a sumergirse en las cloacas de la sociedad de la mano de un turbio personaje (James Franco) que de salvador se trocará en despiadado corruptor que acabará con cualquier atisbo de inocencia que aún pudiera anidar en estas cuatro jóvenes cuyo único pecado es querer pasárselo bien sin calibrar adecuadamente las consecuencias de sus acciones.

Ese es, 'grosso modo', el argumento de 'Spring breakers', una arriesgada película dirigida por Harmony Korine que llegará a la cartelera española el próximo 15 de marzo y que sirve para que dos de las más relumbrantes 'chicas Disney', Selena Gomez y Vanessa Hudgens, se despojen definitivamente de dicha etiqueta, ofreciendo su rostro más desmelenado y gamberro, por mucho que pueda escandalizar a algunos de sus fans y, especialmente, a los padres de estos.

Poco de eso les importa a estas estrellas empeñadas en demostrar que más allá de 'Los magos de Waverly Place' o 'High School Musical' hay unas intérpretes obsesionadas con alcanzar su plena madurez profesional, proceso que inevitablemente lleva aparejado no pocas dosis de riesgo como el que ellas asumen al implicarse en un proyecto que rompe radicalmente con la imagen que hasta ahora habían cultivado con mimo. Esa fue, precisamente, una de las principales razones que les llevó a aceptar los papeles de Faith y Candy, las jóvenes que en compañía de Brit (Ashley Benson) y Cotty (Rachel Korine) deciden asaltar un restaurante con el fin de lograr el dinero necesario para financiar su escapada primaveral, ese 'spring break' que da título a la película que este jueves han presentado en Madrid.

Camaradería

"Soy actriz. Ese es mi trabajo y es lo que me gusta hacer", ha apuntado Selena Gomez. "Me estoy haciendo mayor y vi que la película era una oportunidad perfecta para diversificar mi trabajo y crecer como actriz", ha agregado esta joven de 20 años que ha atraído buena parte de las miradas en la rueda de prensa del filme que supone su irrupción en un cine más adulto, tras protagonizar una popular serie de 'Disney Channel' y dejarse ver en unas pocas cintas dirigidas al público más juvenil que la han convertido en una de las grandes estrellas de las redes sociales.

Selena Gomez pone rostro a la que quizás sea la chica que más remordimientos muestra ante la tesitura a la que se ven abocadas las cuatro protagonistas de la película. "La razón por la que mi personaje vive esto como un dilema es que considera que es una situación demasiado peligrosa para ella", ha explicado la intérprete. "Cuando leí el guion, me incliné de forma natural hacia el personaje de Faith. Me gustó que todas nos comportásemos como hermanas", ha añadido antes de elogiar a sus compañeras de reparto, que la hicieron sentirse muy "protegida" durante el rodaje. Vanessa Hudgens, por su parte, enfatiza la oposición de caracteres entre ella y su álter ego en la pantalla. "Candy siempre está buscando problemas. Yo soy todo lo contrario. Ella siempre quiere salir. Yo prefiero quedarme en casa y leer un libro".

La camaradería entre las cuatro actrices que encabezan el reparto de 'Spring breakers' ha quedado constatada a su paso por Madrid y ayudó durante un rodaje en el que Selena, Vanessa, Rachel y Ashley tuvieron que estar casi permanentemente en bikini, lo que ha dado pie a algunas bromas al ser interpeladas acerca de si estarían dispuestas a subastarlos para regocijo de sus seguidores. "Yo quiero quedarme el mío", ha puntualizado Selena Gomez. "Pasé un poco de frío porque algunas escenas se tenían que rodar a las tantas de la madrugada", ha comentado por su parte Vanessa Hudgens. Más en serio, Ashley, la más desinhibida del cuarteto con un vertiginoso escote durante la rueda de prensa, ha admitido que se sintió "intimidada por la idea de llevar siempre el bikini". "Luego me di cuenta de que era normal. Todo el mundo lo llevaba", ha agregado. Además ha revelado algunas de las 'heridas de guerra' sufridas, derivadas de un inesperado chapuzón en plena escena.

Lienzo impresionista de la cultura pop

Embarcadas en una intensa gira promocional del largometraje que en realidad arrancó con su paso por la última edición del Festival Internacional de Cine de Cannes y que hace apenas un par de días las llevó a París, las cuatro intérpretes resaltan el orgullo que les produce haber rodado esta cinta a las órdenes de Harmoy Korine, quien ha subrayado que el gran reto que planteaba el filme era "el ritmo". "Todo sucedía de forma vertiginosa. Quería plasmar el ritmo y la energía frenética de esas vacaciones, tratando de trabajar elementos de la cultura popular estadounidense", ha añadido el realizador. "La película es una especie de lienzo impresionista de la cultura pop. Es un 'mixtape' de vídeo y música tratado siempre de forma muy superficial", ha comentado.

Rachel Korine, esposa del cineasta, ha destacado, en la misma línea, que si bien la película "no es necesariamente el retrato de la juventud estadounidense", sí tiene ingredientes de la cultura pop y "está dirigida a la generación YouTube", esa que se pasa el día escuchando música y viendo videoclips como los de Britney Spears, uno de cuyos temas interpreta el personaje de James Franco al piano mientras las cuatro protagonistas bailan empuñando metralletas. "Harmony siempre ha estado fascinado por Britney", ha bromeado Rachel, a lo que su marido ha remachado que la intérprete de 'Baby one more time' es “una gran filósofa de nuestro tiempo".