FASHIONWEEK MADRID

Enmudecidos por la potencia de Etxeberria

El guipuzcoano se come la pasarela con un muestrario de imponentes abrigos en una jornada en la que destacó la apuesta de TCN por una silueta rockera de niña rebelde que coquetea con el grunge

MADRID Actualizado: Guardar
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Los diseñadores consagrados se despidieron de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid para dejar paso a los nóveles. Sita Murt inició la jornada con una colección en la que quedó patente que nadie maneja el punto como ella, logrando una imagen fresca y sugerente en la que destacan las aperturas en la espalda. Además, la diseñadora ha sorprendido rescatando el estampado de camuflaje para convertirlo en un nuevo color neutro sofisticado con toques dorados.

Una mujer fuerte que ha dado paso a otra de espíritu libre y aire bohemio de la mano de Totón Comella. La colección de TCN, basada también en el 'Mix and Match' (mezclar y acertar) tan presente en esta semana de la moda, apuesta por una silueta rockera de una niña rebelde que se coquetea con el grunge de Kurt Cobain, sin dejar de lado el toque romántico característico de la firma. Entre los imprescindibles de Totón Comella encontramos las chaquetas largas que contrastan con las faldas cortas, sueltas, rematadas en puntilla y por encima de la rodilla en negro, plata vieja, maquillaje o caldera.

Los desfiles de la tarde comenzaron con un sorprendente Etxeberria, que apostó por un muestrario de abrigos para un debut triunfal en la antaño Pasarela Cibeles. Ganador en dos ocasiones por la mejor colección de EGO, el diseñador guipuzcoano realizó un viaje por las prendas de abrigo apostando por la simplicidad sin por ello renunciar a la sofisticación. Un trayecto en el que estuvo acompañado por Shaun Ross, un modelo albino que desfiló para Alexander McQueen.

Sin tiempo para acabar de asimilar el increíble espectáculo de Etxeberria, Moisés Nieto mostró sus propuestas para el Otoño-Invierno 2013-2014. El jaenés defendió 'Taxidermia', una colección regia y estructurada con la aspiración de dar vida a lo muerto, de recoger y recuperar ropa de mercadillos de diferentes lugares del mundo con una clara influencia de los años cuarenta y cincuenta. Mujeres serias y fuertes que defienden su feminidad arropadas por colores y texturas de un atardecer otoñal que se tornó en estridente con la llegada de María Escoté. Los colores chillones se expandieron por la pasarela como el veneno de las ranas que cautivaron a la diseñadora para sus últimas creaciones con el vinilo y la gasa como protagonistas.

Aún hipnotizados por la llamativa colección de Escoté, Martín Lamothe se encargó de poner algo de nostalgia al día, recordando lo que fue la era industrial, en la que el funcionamiento interno de la maquinaria, la física y la mecánica eran la base del progreso. Con un espíritu 'vintage', muestra una colección piezas y patrones 'mecanizados' en prendas cálidas de construcción clara y funcional como paños y lanas que conviven con caucho tricotado, madera montada, y latón forjado.

El turno de la piel

Los últimos coletazos de la jornada los dieron dos peleteros de raza. Primero fue el turno de Miguel Marinero, que recuperó la pureza de los maestros artesanos para crear piezas inspiradas en una naturaleza impetuosa y desbordante, como la de los cuadros de Turner, donde la pasión por el arte de la caballería despliega los encantos de la elegancia y un sello de distinción urbana. Los colores del otoño bajo el azul del atardecer acompañan a cada una de las prendas: linces, zorros o lapin con efecto camuflaje mostraron la audaz fusión de las pieles naturales con el tradicional Harris Tweed. Por su parte, Jesús Lorenzo dejó atrás los obsoletos cánones de la alta peletería fusionando el steampunk y el glam para crear una estética propia que desde la casa denominan Steam Glam. Un concepto de aire retrofuturista con un toque deluxe hiperfemenino, aunando lo mejor de la tradición peletera con un estilo contemporáneo de corte urbano.