Un historiador en el trono holandés

El príncipe Guillermo, que el 30 de abril accederá al trono de Holanda tras la abdicación de su madre, la reina Beatriz, tuvo una reputación de juerguista, pero desde su boda con la argentina Máxima Zorreguieta sentó cabeza y poco a poco adquirió la legitimidad para reinar.

Guillermo-Alejandro Claudio Jorge Fernando, príncipe de Orange, nació el 27 de abril de 1967 y su nacimiento fue recibido con euforia, ya que era la primera vez desde 1890 que un varón iba a portar la corona.

Está casado desde 2002 con Máxima que le dio tres hijos: la princesa heredera Catharina-Amalia (nacida el 7 de diciembre de 2003), Alexia (26 de junio de 2005) y Ariane (10 de abril de 2007). El padre de Máxima, exsecretario de Estado durante la dictadura argentina, no fue autorizado a asistir al casamiento de su hija.

El príncipe Guillermo tuvo una adolescencia difícil que llevó a que sus padres lo enviaran a terminar sus estudios secundarios en un centro privado en Gales. En ese entonces tenía fama de juerguista, sin disciplina y poco aplicado, amigo de las bromas, llegando a decir un día que le dejaría sin problemas el trono a uno de sus dos hermanos.Durante un tiempo recibió el apodo de Príncipe Pils, en referencia a una marca de cerveza, de la cual bebía muchísimos litros durante las fiestas estudiantiles, cuando cursaba historia en la Universidad de Leyde, oeste de Holanda, que inició al terminar su servicio militar en la Marina.Según el ex primer ministro holandés Ruud Lubbers, la familia real llegó incluso a dudar de que un día fuera capaz de reinar.

Sin embargo, desde 1993, al cabo de sus estudios, comenzó a prepararse para la función real, sirviendo en las tres armas de las Fuerzas Armadas. En la Fuerza Aérea fue piloto de un avión caza. En 1998, el Príncipe, un fanático del deporte que practica tenis, golf y vela, además de patín sobre hielo, obtiene el acuerdo del parlamento para integrar el Comité Olímpico Internacional (COI).

Su hermano, en coma

El noviazgo con Máxima en 1999 y su casamiento de amor, que estuvo a punto de frustrarse debido al pasado del padre de la novia, hicieron del Príncipe una figura muy popular. Guillermo-Alejandro es "inteligente, tierno, fuerte y tiene los pies sobre la tierra", dijo Máxima de su esposo en una entrevista.

La gente lo percibe como más progresista y cercano al pueblo que su madre y en sintonía con la juventud, a la cual relata sus visitas oficiales en el extranjero en un blog. Según los medios holandeses, el accidente de esquí que sufrió en 2012 su hermano Johan Friso -en coma desde entonces- cambió profundamente a Guillermo-Alejandro.

Sin embargo, el tren de vida del futuro rey no escapa a las críticas, al punto que tuvo que vender una casa lujosa que estaba construyendo en una playa de Mozambique, bajo la presión de la opinión pública y de la prensa que destacaba la extrema pobreza de ese país africano.