crisis en la fundación ideas

«Había un golfo que engañaba al PSOE y ya ha salido»

El secretario de Organización de los socialistas defiende la destitución de Mulas por el escándalo de la falsa columnista en la Fundación Ideas

MADRID Actualizado: Guardar
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"Había un golfo que estaba engañando al PSOE y los golfos salen inmediatamente del partido". Así de rotundo se ha mostrado el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, tras la decisión de la dirección federal del partido de destituir al director de la Fundación Ideas, Carlos Mulas, tras confirmarse la falsa autoría de una serie de artículos firmados por la falsa columnista Amy Martin. "Así es como actúa el Partido Socialista, ahora a ver cómo van saliendo los golfos del señor Rajoy", ha remachado antes de participar en una reunión con colectivos sanitarios de la Región de Murcia.

El presunto fraude en la corporación, financiada con dinero público, daba ayer un nuevo giro con la declaración de la expareja de Carlos Mulas, Irene Zoe Alameda, quien aseguraba en un comunicado ser ella quien se esconde tras el pseudónimo de Amy Martin. La autora habría vendido artículos por los que cobraba hasta 3.000 euros, ingresando un total de 50.000 euros. Escritora y cineasta, Zoe Alameda fue además directora del Instituto Cervantes en Estocolmo, cargo que ejerció durante menos de un año. Es además la propietaria y ahora también administradora única de la productora Storylines Project, una empresa financiada en gran medida con subvenciones de Cultura, obteniendo en total 122.000 euros en cuatro años.

En el caso de los artículos para la Fundación Ideas, Zoe Alameda se sirvió de la agencia literaria que la representó como escritora para su novela 'Sueños Itinerantes' (Seix Barral, 2004), Casanovas & Lynch. La agencia ha confirmado la información en un comunicado y ha asegurado que en 2010 la autora comunicó su voluntad de escribir artículos bajo el seudónimo de Amy Martin y su intención de crear bajo ese nombre un alter ego literario, una "práctica usual" entre los autores que "en prima facie no presupone que sirva para fines anómalos", según declara la agencia. Sin embargo, ha rechazado haber intervenido en la forma en que se encargaron los artículos ni en la negociación de sus pagos, limitándose a facturar, a petición de la autora, las cantidades indicadas por ella. Asimismo, ha negado conocer la vinculación entre la escritora y el director de la fundación, "ni por tanto tampoco podía prever las implicaciones que de ello se derivaran", ha remachado.