Un cruce explosivo y desconocido hacia la final de Copa

No han pasado cuatro meses del último choque entre los dos colosos del fútbol español y el próximo miércoles ya vuelve el clásico. En esta ocasión en un cruce explosivo, por el polvorín en el que se ha convertido el Real Madrid como consecuencia del enfrentamiento entre José Mourinho y su plantilla, y también desconocido, porque desde que el portugués está en el banquillo no solo no ha jugado nunca contra el Barcelona unas semifinales de Copa, sino que por primera vez no estará Casillas. Tampoco jugarán el lesionado Pepe ni los sancionados Sergio Ramos, Di María y Coentrao. También faltará Tito Vilanova, y Valdés en la portería azulgrana, porque en la Copa juega Pinto, aunque lo que verdaderamente marca esta eliminatoria hacia la final copera es la ausencia de Casillas, que cede su puesto al presionado y discutido Adán.

Los campeones de las dos últimas ediciones de Copa llegan a este nuevo duelo, el 15ª del Madrid de Mourinho contra el Barça, en situaciones dispares. Con el equipo blanco, aunque más sólido en el terreno de juego, atenazado por la ruptura técnico-vestuario y la crisis de una institución sometida a Mourinho que lo ha fiado todo a la 'décima'. Con el azulgrana rodeado de un clima de sosiego, porque tras sufrir la primera derrota liguera el defensor del título de Copa ha salido relanzado al resolver con brillo su pase a las semifinales. La baja de Casillas refuerza aún más la condición de favorito del Barça en una eliminatoria que aún tiene aires de revancha, porque antes del empate en la Liga el pasado mes de octubre en el Camp Nou (2-2), el último duelo a doble partido, la Supercopa del pasado verano, lo ganó el Real Madrid, entonces con la ida en el Camp Nou (3-2) y la vuelta en el Bernabéu (2-1).

La pasada temporada los eternos rivales también se vieron las caras en el torneo del KO, pero fue en cuartos de final, con el primer partido en el coliseo blanco, donde tomó ventaja el Barça (1-2), aunque el Madrid rozó la gesta en el Camp Nou (2-2) en un partido en el que a los de Mourinho, alejado del miedo y las precauciones que antaño le acogotaban ante suexequipo, solo les faltó remate. Aunque el Madrid recibirá el miércoles a su temido enemigo con una defensa de circunstancias, se agarra al orgullo, la autogestión, y también a su recuperación ofensiva, porque en los seis partidos que ha disputado este año ya ha marcado 16 goles. El Barcelona, en cambio, pese a que Messi lleva 15 encuentros consecutivos anotando, ahora es más vulnerable en defensa, como confirman los ocho tantos encajados en los últimos cuatro encuentros.

Único éxito a ida y vuelta, en Supercopa

Olvidados sus complejos, el Madrid de 'Mou' consiguió hace cinco meses superar por vez primera al Barça en un enfrentamiento a ida y vuelta, y en la lucha por un título, aunque menor -la Supercopa de 2012, tras perder la del año anterior-, pero aún le queda la asignatura de imponerse a los azulgrana en una gran eliminatoria. Los blancos cayeron en las semifinales de la 'Champions' 2010-2011 y también en el mencionado cruce de cuartos de Copa de la pasada temporada -en ambas con las ida en el Bernabéu-, y a la tercera se les presenta la oportunidad de dar el golpe, suavizar las tensiones de un club incendiado y reforzar su autoestima con vistas a la que es su obsesión, la Liga de Campeones. Entre la ida de estas semifinales coperas transcurrirá un mes y, entre medias, el Madrid recibirá al Manchester (el 13 de febrero), también sin Casillas, que no llegará a la vuelta del 5 de marzo en Old Trafford.

Los caprichos del calendario han querido que Madrid y Barça, las dos anteriores temporadas enfrascados en unas guerras que ensuciaron gravemente su imagen, vuelvan a medir fuerzas en tres ocasiones en un mes, ya que la vuelta de la semifinal de Copa se disputará la última semana de febrero, en vísperas del partido de Liga del 2 de marzo en el Bernabéu. Ese choque antes tan esperado no deberá tener apenas trascendencia una vez que el Madrid se ha alejado a 15 puntos del líder. El reto inmediato está ahora en la Copa, la segunda vía de la temporada a la que también se quieren aferrar el equipo blanco en la que sería la última o penúltima eliminatoria del Madrid de Mourinho ante el Barça de Guardiola o Tito. Antes de la marcha del portugués aún pudieran cruzarse en la 'Champions', en cuartos o en semifinales, pero tal y como pinta la Copa y los males que atacan al Madrid, la gran sorpresa sería que los azulgrana no repitiesen final. Contra el Atlético o el Sevilla. Otro choque con entrenador que defendió al rival (Simeone) pero que disfruta en la capital de un clima bastante más plácido.