BEBés ROBADOS

«Espero que Dios perdone a Sor María, yo no puedo»

Purificación Betegón, una de las madres, presentó una denuncia por la desaparición de las gemelas que alumbró en la Clínica de Santa Cristina en 1981, causa por la que la monja estaba imputada

MADRID Actualizado: Guardar
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Purificación Betegón, que presentó una denuncia por la presunta desaparición de dos gemelas que alumbró en la Clínica de Santa Cristina en 1981, ha dicho hoy espera que Dios perdone a Sor María, la religiosa imputada en el caso, a quien no le deseaba la muerte. En declaraciones a los periodistas, tras conocer la noticia del fallecimiento de María Gómez Valbuena a los 87 años en Madrid, Betegón, de "profundas convicciones religiosas", ha afirmado: "Espero que Dios la perdone, porque yo no la podré perdonar, pero tampoco le deseaba la muerte".

Betegón ha asegurado que seguirá buscando a sus hijas hasta la última gota de aliento, hasta el día de su muerte, porque son la razón de su vida y ha recalcado que lo último que va a perder es la esperanza de encontrar a sus niñas. Ha indicado que tenía la esperanza de que Sor María, que estaba citada a declarar como imputada ante el juez el pasado 18 de enero, pero no compareció en el Juzgado por motivos de salud, "tuviera el detalle de poder decir algo".

En una ocasión, Betegón intentó sin éxito reunirse con la religiosa en el convento donde vivía, por lo que la última vez que habló con ella fue el día que le dieron la noticia de la muerte de sus hijas. Entonces, Sor María no le confirmó el fallecimiento de las recién nacidas y le preguntó qué nombre le iba a poner a las niñas, por lo que "daba por hecho que seguían vivas", ha afirmado. Ha hecho un llamamiento al camillero, que le dio la buena noticia de que había tenido dos gemelas preciosas, como a las enfermeras, que le dieron la mala noticia de que eran para la adopción, para que "hablen y digan lo que pasó porque ellos tienen que saber el destino de las niñas".

Archivo de la causa

Betegón, que tiene dos operaciones de corazón, ha precisado que pasará el día en su casa, tranquila y relajada, porque "tengo un hijo y tengo que vivir por él". Por su parte, el abogado de la denunciante, Alipio Barbero, ha precisado que el Juzgado tendrá que archivar las actuaciones respecto a "Sor María", que era la única imputada en este caso, por extinción de la responsabilidad penal respecto de ella, pero la investigación continúa y puede llevar a la imputación de otras personas.

Sin duda, hay datos que la religiosa se ha llevado a la tumba para siempre, según Barbero, quien se ha preguntado "quién mejor que ella puede saber lo que ocurrió en aquel momento" y ha lamentado la esperanza "baldía" de que en su declaración judicial pudiera facilitar alguna información. El letrado de la religiosa presentó un escrito diciendo que se iba a acoger a su derecho a no declarar y probablemente esos datos no hubieran aflorado, al tiempo que aportó informes médicos que hacían referencia a una fractura de cadera que la monja tuvo hace poco más de un mes. "No cejamos en el empeño de intentar encontrar a las niñas. No queremos llevar a la cárcel a nadie. Solo queremos que aparezcan las niñas, que es el objetivo del procedimiento", ha resaltado Barbero.