MEDIO AMBIENTE

Dos detenidos por la muerte de un oso pardo en Asturias

La Guardia Civil les imputa un delito contra la flora y la fauna por la colocación del lazo de acero, un método ilegal de caza no selectiva, y otro por matar al animal, una especie protegida

OVIEDO Actualizado: Guardar
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El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detenido a los dos presuntos autores de la muerte de un oso pardo en Porley (Asturias), donde el animal fue localizado atrapado por un lazo de acero, informan fuentes de este Cuerpo.

Ambos arrestados, de 50 y 30 años, han quedado en libertad con cargos tras declarar ante la Guardia Civil y según precisan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias el Juzgado de Cangas de Narcea les ha citado a declarar como imputados para el próximo 6 de febrero.

La Guardia Civil les imputa un delito contra la flora y la fauna por la colocación del lazo de acero, un método ilegal de caza no selectiva, y otro por matar al oso, una especie protegida al encontrarse en peligro de extinción.

Las investigaciones comenzaron en agosto del pasado año cuando se localizó un oso pardo atrapado por un lazo de acero en el paraje conocido como Las Frezalinas.

En la inspección realizada en la zona los especialistas del Seprona recogieron muestras para esclarecer los hechos y localizar a los responsables.

Los agentes encontraron a unos doscientos metros de la ubicación del oso un saco con restos de un jabalí, cuyos pelos estaban también en el lazo en el que posteriormente quedó atrapado el animal.

Esas muestras fueron enviadas al laboratorio del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, que determinó que el lazo empleado para la caza del jabalí fue reutilizado para los mismos fines quedando atrapado en esta ocasión un oso.

El saco en el que estaba el jabalí llevaba una etiqueta con el nombre de una empresa ubicada en Gijón, distribuidora de envoltorios de este tipo, y los agentes averiguaron que uno de los implicados era trabajador de dicha compañía.

De igual modo comprobó que el otro implicado era el propietario de una finca que se encontraba en las lindes donde se localizó el lazo de acero donde quedó atrapado el oso pardo y el saco con el jabalí.

Se da la circunstancia de que el propietario de la finca avisó del hallazgo del oso a las autoridades ocultando desde el principio datos relevantes para la investigación como la hora en la que lo había encontrado, que pudo ser determinante para proceder a su liberación con éxito y salvar su vida.

El estrés padecido por el oso mientras se encontraba atrapado y durante las labores de rescate pudo agravar la enfermedad que padecía el animal, lo que le causó la muerte.

En Asturias la Guardia Civil ya detuvo en 1991 en Pola de Somiedo a una persona por la muerte de uno de estos animales y a la que le fueron intervenidas dos pieles de oso pardo.