Sanción de cinco partidos a Sergio Ramos

A Sergio Ramos, el jugador más expulsado en la historia del Real Madrid con 15 rojas, dos más que Fernando Hierro en seis temporadas menos, tendrá que pagar un alto peaje por saltarse las normas ante el Celta, perder los nervios e insultar al colegiado valenciano Ayza Gámez al grito de «sinvergüenza». Salvo que prosperen los recursos, el defensa sevillano tendrá que cumplir cinco partidos de suspensión, uno por la doble amarilla que le obligó a dejar el campo a los 73 minutos y cuatro por su mal estilo con el trencilla.

Lejos quedan los tiempos en los que el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol que presidía como juez único Alfredo Flórez imponía solo un partido de sanción cuando un futbolista se acordaba de la madre de un árbitro. Hasta el ejercicio pasado, llamar hijo de tal a un juez solo era un menosprecio. Ahora, un calificativo menos duro se estima injurioso.

El órgano de primera instancia de la Federación le aplicó a Ramos, en su grado mínimo, el artículo 94 de su código disciplinario, que recoge que «insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos». También ha multado con 1.400 euros al club blanco y con 3.005 al futbolista, y ha amonestado a José Mourinho por formular observaciones al cuarto árbitro.

El acta arbitral dejaba sin defensa a Ramos. «Nada más mostrarle la segunda tarjeta amarilla al dorsal 4 del Real Madrid, Sergio Ramos García, este jugador se dirigió a mi persona en los siguientes términos: «Eres un sinvergüenza», repitiéndome esta frase tres veces, y «llevas todo el puto día jodiéndonos», repitiendo esta misma frase dos veces. Posteriormente y cuando llegó a la altura de los banquillos se dirigió a un árbitro asistente en los siguientes términos: «Siempre igual, que sinvergüenzas sois», repitiendo esta frase dos veces», fue el relato del colegiado.

Tuvo suerte Ramos, por lo tanto, de que solo se considerara uno de sus insultos y no el dirigido también a un ‘linea’. Al tratarse de una condena de más de cuatro partidos, el zaguero internacional se perderá choques de las dos competiciones nacionales. No jugará el sábado en Pamplona, donde ‘Mou’ tampoco podrá contar con Pepe y Cristiano Ronaldo, ni ante Valencia y Getafe en Liga. En el torneo del K.O., se quedará al margen en el doble duelo de cuartos de final ante los levantinos. Sí podrá jugar las semifinales, si el Madrid se clasifica, en las que podría aguardarle el Barcelona, en el que sería cuarto clásico del año, tras los dos de la Supercopa y el primero de Liga, disputado en el Camp Nou.

El Madrid intentó que el Comité anulara la primera de las tarjetas amarillas que vio ante el Celta, lo que le hubiera librado de un encuentro de suspensión, pero no tuvo éxito. El Comité tampoco consideró como atenuante por arrepentimiento espontáneo las disculpas que el jugador ofreció en su cuenta de Twitter. «Lamento el incidente con el árbitro. Son momentos de tensión producidos por mi expulsión. Decimos cosas que después nos arrepentimos», escribió Ramos. El juez deportivo desatendió el ‘tuit’ escrito anoche por el jugador. Tampoco tuvo en consideración la llamada que el jugador realizó este jueves a Vitoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros, para pedirle perdón y aclararle que no era su intención insultar. El dirigente agradeció sus palabras pero le recordó que debería haber hablado directamente con los árbitros del partido. El castigo a Ramos ya lo sufrió antes Sergio García, delantero del Espanyol, por insultar en los mismos términos al árbitro Del Cerro Grande.