La máquina de hacer dinero

Muchos se preguntan todavía por qué Kim Kardashian es famosa, aparte de protagonizar un ‘reality’ y un vídeo pornográfico. Pero, a estas alturas, la verdad es que las razones originales, si alguna vez las hubo, se han perdido de vista: la propia fama se ha alimentado a sí misma y ha hecho relevante a Kim hasta convertirla en una de las mujeres mas poderosas de Hollywood. No se le conocen muchos más méritos, pero Kardashian es la celebridad que mejor comercia con su vida: primero fue su boda con Kris Humphries, por la que ganó casi setenta millones de dolares; después, su divorcio al cabo de dos meses, y ahora, su primer hijo con el cantante Kanye West, por cuya gestación y nacimiento espera sacar a las revistas y televisiones dieciséis millones de dolares.

Kim está en conversaciones con varios productores de televisión sobre el seguimiento de su embarazo: revisiones médicas, ecografías, todo. Además, ya la han bombardeado con infinidad de propuestas para promocionar productos para recién nacidos. El padre de la criatura, también insaciable en materia de fama, parece disfrutar de lo lindo con el circo que rodea a su pareja. Eso sí, a pesar de las suculentas ofertas, Kim no está convencida todavía de querer seguir los pasos de su hermana mayor, Kourtney, quien hizo públicos los partos de sus dos hijos.

«Fue la hija de Beyoncé, Blue Ivy, quien les contagió las ganas de ser padres. Y, aunque se ha publicado que Beyoncé y Kim no se llevan muy bien, ella fue una de las primeras en felicitar a la pareja», ha contado una fuente del círculo íntimo de Kim y Kanye. La más popular de las Kardashian emprende esta nueva aventura personal y comercial una década después de hacerse famosa gracias a su vídeo porno, tras dos divorcios y unas cuantas relaciones sentimentales. Según algunos expertos en ‘kardashianología’, el ataque de histeria por las hermanas empezó en 2006, cuando Kim mantuvo un romance con el cantante Nick Lachey. Nick, de 32 años por aquel entonces, y Kim, que tenía 25, se conocieron en una fiesta del equipo de fútbol Arizona Cardinals y salieron en varias ocasiones. Otros consideran que fue el vídeo sexual que protagonizó con su novio Ray J lo que la convirtió en una mujer deseada y admirada. Según el sitio web especializado en espectáculos ‘TMZ’, las ventas del vídeo, comercializado con el título de ‘Kim Kardashian Superstar’, han aumentado un 80% desde que se hizo público que la modelo iba a ser madre.

Un estilo de vida

El caso es que, a partir de aquel vídeo y de la relación con Nick, la revista ‘People’ empezó a publicar fotos de Kardashian y desencadenó la locura entre los ‘paparazzi’. «Todo comenzó cuando salí con Nick Lachey. Se despertó en los fotógrafos mucha curiosidad por mí», relata Kim en su libro ‘Kardashian Konfidential’. Por aquel entonces Kim era amiga de Paris Hilton y acudía con ella a muchas fiestas en Los Ángeles, y parece que el trato con la rubia heredera le enseñó el difícil arte de dominar la conciencia colectiva sin haber hecho absolutamente nada digno de admiración.

Paris era una pionera en esa materia y, en cierto modo, Kim le ha robado su lugar, al transformarse en un conglomerado empresarial que se sostiene gracias a su nombre. Si Paris consiguió seis millones de dólares, Kim ha multiplicado esa cifra y se ha convertido en la mejor representante de un ‘reality’ televisivo. Su vida se ventila en público semana a semana: su madre, su padrastro, sus hermanas, sus parejas, todo queda expuesto. Hay pizzas con su nombre, zapatillas, perfumes, tiendas, líneas de ropa... El imperio Kardashian suma ya más de cien millones de dólares en las arcas de la familia y ninguna de las protagonistas parece dispuesta a bajarse del carro de la fama. «Mi madre y yo hablamos todo el tiempo. Cuando en 2007 decidimos hacer el ‘reality show’, sabíamos que no nos inspirábamos en ningún modelo. Nosotras creamos un estilo de vida», dice Kim. Es un estilo de vida que empieza y acaba en las cámaras que están grabando cada paso que ellas dan.

Según un periodista del ‘New York Times’, «Kim Kardashian es famosa, guapa, vive su vida voluntariamente bajo el microscopio de la televisión y ha conseguido que incluso en Nepal sepan quién es. Su nombre es una marca de éxito». «Kim Kardashian es famosa por ser famosa», se suele decir en Los Ángeles. La propia Kim hizo referencia a esa frase en su libro: «Cuando la gente dice que eres famosa por ser famosa, ¿qué significa?», se preguntaba. Si ella no tiene la respuesta, nos vamos a quedar sin saberlo.