negociación en el congreso

Obama urge a la Cámara a aprobar el acuerdo fiscal

El pacto alcanzado por demócratas y republicanos ha recibido ya el visto bueno del Senado

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El presidente de EE UU, Barack Obama, ha instado a la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen mayoría, a que apruebe el acuerdo alcanzado en el Senado para sacar a Estados Unidos del 'abismo fiscal' en el cual entró pasada la medianoche.

Esta madrugada el Senado, donde los demócratas tienen mayoría, aprobó con 89 votos a favor y ocho en contra un acuerdo que retrasa los recortes automáticos de gastos gubernamentales y extiende las exenciones impositivas para la mayoría de los estadounidenses.

La Cámara de Representantes ha iniciado ya su debate sobre el acuerdo alcanzado en el Senado, sin que se sepa todavía si su presidente, el republicano John Boehner, lo someterá a votación, y después de que el capellán de la cámara pidiera una "intervención divina" que saque a Estados Unidos de su crisis fiscal. Dentro de dos días, el 3 de enero, se iniciará un nuevo período legislativo y decenas de miembros de la cámara baja que perdieron la elección en noviembre podrían ser hoy un bloque decisivo si se termina votando el acuerdo aprobado en la madrugada por el Senado.

El jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitchell McConnell, ha dicho que el arreglo, si bien no satisface la demanda básica de su partido contraria a todo tipo de aumento de los impuestos, al menos protege de tal incremento a la mayoría de las familias. El jefe de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, no ha expresado respaldo ni oposición al acuerdo. El representante Tom Cole, de Oklahoma, y miembro del equipo dirigente republicano en la cámara baja, sí manifestó su apoyo al acuerdo durante una entrevista esta mañana con la cadena MSNBC de televisión por cable.

Descontento en las filas demócratas

En la cámara de 435 miembros hay actualmente 241 republicanos, y habrá menos cuando se inaugure el 113 período legislativo el jueves. Fuentes políticas indican que Boehner podría contar con un contingente fiel de casi 100 republicanos para la aprobación en la Cámara de Representantes del acuerdo del Senado con pocas modificaciones. El resto de los votos deberá venir de 194 demócratas, muchos de los cuales están descontentos con la propuesta, porque contempla reducciones de los gastos del Gobierno en programas de asistencia social, educación y salud.

Si la Cámara de Representantes aprueba el acuerdo del Senado con pocas enmiendas, habrá una conferencia de conciliación y todas las decisiones serán retroactivas a la medianoche del 31 de diciembre al 1 de enero, de forma tal que las exenciones impositivas y los cortes de gastos que, técnicamente, entraron ya en vigencia, nunca se notarán. El acuerdo, tal como lo aprobó el Senado a las dos de la mañana del 1 de enero, representa una componenda sobre recaudaciones que enoja a los republicanos y no satisface a los demócratas, pero evita lo peor de un ajuste fiscal demasiado brusco.

"Los dirigentes de ambos partidos en el Senado colaboraron para llegar a un acuerdo que fue aprobado con un abrumador apoyo bipartidista y que protege al 98% de los estadounidenses y al 97% de las empresas pequeñas contra un aumento de los impuestos", ha señalado Obama en un comunicado distribuido por la Casa Blanca. "Si bien ni los demócratas ni los republicanos consiguieron todo lo que querían, este acuerdo es lo correcto que debemos hacer por nuestro país y la Cámara (de Representantes) debería aprobarlo sin demora", ha añadido. Según Obama, lo estipulado en el acuerdo hará que la economía de Estados Unidos crezca y que "el déficit se achique de manera equilibrada, mediante la inversión en la clase media y pidiendo a los ricos que paguen un poco más".

Términos del acuerdo

El acuerdo, negociado al borde del 'precipicio fiscal', mantiene sin incrementos los impuestos para los individuos con ingresos anuales de menos de 400.000 dólares y parejas que ganan menos de 450.000 dólares. Por encima de ese umbral, la tasa del impuesto sobre la renta subiría del 35% actual a un máximo del 39,6%, lo que supondría la primera subida de impuestos en EE UU en dos décadas, algo a lo que se han opuesto con uñas y dientes los republicanos. Asimismo los cortes por 24.000 millones de dólares en el Pentágono y los programas sociales se diferirán por dos meses. Pero la fórmula final está sujeta a lo que decida la Cámara de Representantes.

El 'abismo fiscal' ha sido consecuencia de un acuerdo en el Congreso en 2011 que postergó la solución del déficit fiscal -de un billón de dólares al año- hasta después de la elección presidencial de noviembre pasado. Bajo aquel arreglo, si el Ejecutivo y el Legislativo no se ponían de acuerdo sobre el déficit, entrarían en vigencia este 1 de enero recortes automáticos en todos los gastos del gobierno, expirarían las exenciones impositivas vigentes por una década, y unos 2,3 millones de personas perderían su subsidio por desempleo.