El cantautor Víctor Jara. / Archivo
chile

Ordenan detener a ocho militares retirados por el asesinato de Víctor Jara

La muerte del cantautor constituyó uno de los crímenes más emblemáticos de la cruenta dictadura de Pinochet

SANTIAGO DE CHILE Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Justicia chilena ha ordenado la detención de ocho exoficiales del Ejército chileno, acusados como autores y cómplices del asesinato del cantautor Víctor Jara, ocurrido pocos días después de la instalación de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1973, ha informado el Poder Judicial.

"El ministro en visita (juez especial) de la Corte de Apelaciones de Santiago Miguel Vázquez Plaza dictó procesamiento en la investigación por el homicidio del cantautor Víctor Jara Martínez, ejecutado el 16 de septiembre de 1973, en el Estadio Chile", señala un comunicado. La resolución judicial acusa a dos exoficiales como autores del delito de homicidio calificado y a otros seis como cómplices del delito.

Inicialmente, el Poder Judicial informó de siete acusados, pero tras un rectificación oficial el juez sumó un octavo imputado. "Luego de reunir muchos antecedentes, hay un momento en que uno debe poner término a esa investigación y tratar de avanzar dictando esta resolución", ha comentado el juez Vázquez tras anunciar el fallo. "Nosotros, como querellante en este juicio, estamos bastante satisfechos con lo que hemos logrado", ha dicho por su parte el abogado de la familia del cantante, Nelson Caucoto.

Víctor Jara, autor de canciones como 'Te recuerdo Amanda' o 'El cigarrito', fue detenido al día siguiente del golpe de Estado que derrocó al Gobierno del socialista Salvador Allende e instaló la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Días después, tras permanecer detenido junto a otros 5.000 prisioneros en un estadio de Santiago, el cuerpo de Jara fue encontrado en un terreno baldío con 44 impactos de bala y sus manos mutiladas. Tenía 41 años.

Hasta ahora la Justicia no había logrado identificar a los autores materiales de su asesinato, uno de los crímenes más emblemáticos de la cruenta dictadura de Pinochet, que dejó más de 3.000 víctimas mortales.

Los acusados

En su resolución, el juez Vázquez ordena la detención -como autores del delito de 'homicidio calificado'- de los exoficiales, Hugo Sánchez Marmonti y Pedro Barrientos Núñez, quien vive actualmente en Estados Unidos, por lo cual se ha emitido una orden de captura internacional. De acuerdo a investigaciones periodísticas, Barrientos, apodado 'el príncipe', habría sido el autor material del homicidio.

Como cómplices, el juez ha encausado y ha ordenado la captura de los exmilitares Roberto Souper Onfray, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei, Luis Bethke Wulf y Jorge Smith Gumucio, que no había sido incluido en la primera resolución. Todos los imputados deberían ingresar al Batallón de Policía Militar Nº1, en Santiago.

En la resolución judicial de este viernes, el juez Vázquez establece que Jara fue detenido cuando se encontraba en la Universidad Técnica del Estado, donde ejercía como profesor, y luego trasladado al Estadio Chile, un recinto cerrado en el centro de Santiago que hoy lleva el nombre del cantautor y fue usado como centro de tortura tras el golpe de Estado.

Durante su detención, el cantante "fue reconocido por el personal militar instalado al interior del Estadio Chile, siendo separado del resto de los prisioneros, para ser llevado a otras dependencias ubicadas en los camarines, ocupadas como salas de interrogatorios y apremios, donde fuera agredido físicamente en forma permanente, por varios oficiales".

"El día 16 de septiembre de 1973 (…) se dio muerte a Víctor Lidio Jara Martínez, hecho que se produjo a consecuencia de, al menos, 44 impactos de bala, según se precisa en el respectivo informe de autopsia", concluye la resolución.

La investigación judicial se reactivó en 2009, después de que un soldado que estuvo en el Estadio Chile reconoció haberle disparado, aunque luego se retractó. Su versión, no obstante, llevó a la Justicia a ordenar la exhumación de su cuerpo. En diciembre de ese año, miles de chilenos acompañaron a su viuda, la británica Joan Turner, y sus hijas Manuela y Amanda, a otorgar al músico el funeral que no tuvo en 1973, cuando fue sepultado en el casi total anonimato. Su viuda, junto a un amigo y el funcionario que lo identificó, lo habían enterrado secretamente el 18 de septiembre de 1973, en una modesta tumba donde permaneció 36 años hasta que una orden judicial determinó su exhumación.