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Nadal renuncia también a Australia

El español no participará en el primer Grand Slam del año al no haberse recuperado totalmente de un virus estomacal

MADRID Actualizado: Guardar
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La renuncia a Abu Dabi de Rafa Nadal por una infección estomacal parecía ser únicamente un breve retraso de la vuelta más esperada en el mundo del tenis. Pero ha resultado ser el preludio de la enésima reaparición fallida del mejor tenista español de la historia. Estos últimos días su entorno pedía prudencia y paciencia, y aseguraba que la recuperación de la rodilla es un proceso lento en el que no se quieren tomar riesgos y en el que van a ir de menos a más. Su equipo confiaba en poder llegar a tiempo para jugar el primer Grand Slam de la temporada, pero apareció algo con lo que no contaban: una infección gastrointestinal que ha sepultado definitivamente las opciones de Rafa Nadal de disputar el Open de Australia y poder reeditar la final del año pasado ante Djokovic.

En un comunicado de prensa, el balear, que siempre vive en la pista al borde de la épica, reconoce que la infección estomacal es la razón de su adiós a Doha y a Melbourne: «Este proceso vírico ha hecho que no pudiera entrenar esta última semana y en los próximos días y por tanto, muy a mi pesar, no podré reaparecer en el momento que habíamos previsto. Creo que tal y como dicen los médicos y mi equipo, lo más prudente es hacer las cosas bien y este virus ha hecho retrasar todos mis planes de reaparecer en estos días».

La vuelta, en Acapulco

¿Cuándo será definitivamente la vuelta de Rafa Nadal? El propio tenista responde a la pregunta: «Mi vuelta al circuito se producirá cuando me encuentre en las condiciones que me permitan competir. Tras todo este tiempo apartado de las pistas prefiero no acelerar la reaparición y hacer las cosas bien. Mi reaparición tendrá que esperar hasta el torneo de Acapulco, si bien no descartaría la posibilidad de reaparecer en algún torneo antes». Con ese retorno en tierras mexicanas el balear buscaría iniciar la temporada de una forma menos agresiva en una superficie mucho más propicia para la rodilla como es la tierra batida y en un torneo al que no ha vuelto desde que lo ganara en 2005 en sus inicios profesionales. Eso sí, si juega su primer encuentro en Centroamérica el 25 de febrero se habrá dejado en el camino al menos los 1.200 puntos de la final de la pasada temporada en Melbourne, donde fue finalista.

Pese a esos problemas estomacales que parecen ser la principal razón de su baja en tierras australianas, la gran pregunta sobre el estado de salud de Nadal gira en torno a sus rodillas. Y según el exnúmero uno del mundo, la marcha es buena: «Mi rodilla está bastante mejor, y el proceso de recuperación ha ido según lo previsto por los médicos», explica el balear sobre su articulación más problemática.

Mucho descanso

Una de las personas que mejor conoce su evolución física, el doctor Ángel Ruiz-Cotorro, explicó que el rey de la tierra batida «sufrió la semana pasada un proceso vírico que provocó una gastroenteritis con fiebre alta durante cuatro o cinco días». «Debido a este proceso se le ha recomendado reposo deportivo durante una semana. Dadas las circunstancias y teniendo en cuenta que el próximo torneo en Doha empieza la semana entrante, no estará en condiciones físicas suficientes para seguir con el proceso de readaptación necesario haciendo también imposible su participación en el Abierto de Australia», argumentó el médico personal de Nadal.

Pero no solo se cuestiona su estado físico. También entra en juego su temporada completa y su preparación técnica y deportiva. Quien mejor conoce este aspecto, su tío Toni Nadal, cree que Australia llegaría demasiado pronto: «Sin haber tenido un período de adaptación a la competición no parece razonable que su primer torneo sea el Abierto de Australia que es un torneo del Grand Slam y por tanto los partidos son a cinco sets». «No creo que Rafael pueda estar preparado para afrontar una competición tan exigente con tan poca preparación», zanjó su entrenador en una campaña en la que su pupilo partirá con al menos dos meses de desventaja en competición respecto a sus adversarios. Ahora, la recuperación física del deportista marcará si su regreso será en Acapulco, en un torneo anterior en Sudamérica o si vuelve a aplazar su regreso.