'OPERACIÓN EMPERADOR'

Un «dedo» 10.000 euros; una «mano», 50.000

El ‘código idiota’ que usaba la red de Gao Ping rozaba el “absurdo”, según el sumario del ‘caso Emperador’

MADRID Actualizado: Guardar
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La Agencia Central de Investigación estadounidense (CIA) bautizó como “código idiota” el método que usan los “malos” para intentar confundir a la Policía. Esta referencia se utilizó por vez primera para identificar los sobrenombres que utilizan los yihadistas para mencionar los planes de atentados o la posesión de explosivos. Sin llegar a objetivos tan extremos, la red de blanqueo que dirigía Gao Ping también tenía su particular ‘código idiota’. Y no, precisamente, por la sofisticación de sus mensajes.

De las escuchas telefónicas intervenidas a la trama, los agentes de la unidad central de delincuencia económica y fiscal (UDEF) pronto se dieron cuenta de sus palabras clave. Viniendo de un entramado que movía ingentes cantidades de dinero, hasta un millón de euros en metálico cada semana, no es de extrañar que las referencias a los euros fueran constantes.

"Unidades"

Así, si alguno de los imputados se refería a “un dedo” hablaba de una entrega de 10.000 euros, “una mano” se elevaba a 50.000 y si cambiaban a “unidades” era para mencionar cantidades superiores. Por ejemplo, “40 unidades del Banco de China” podrían ser, según los investigadores, 400.000 euros o yenes. Si las transferencias se hacían al “exterior” era con destino a paraísos fiscales como Bahamas, Panamá o Hong Kong, pero si se realizaban en el “interior” era a Suiza, Liechtenstein y Andorra, la opción elegida por los empresarios españoles que usaban la red de blanqueo, según el sumario de la ‘operación Emperador’.

Después estaban los intermediarios que engrasaban la máquina de evadir capitales. Está “la de las transferencias” que habla de “cajas de mercancías” y los “Da li” o transportistas extranjeros que llevaban por carretera los fajos de billetes escondidos en la carga con destino a Italia o Hungría para, desde allí, enviarlos a China. Todo para pasar desapercibidos y evitar a los “perros”.