La Eurocámara apoya la creación de un supervisor bancario único

La comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara ha respaldado por una amplia mayoría encomendar al Banco Central Europeo (BCE) la supervisión de todos los bancos de la eurozona, condición necesaria para que el fondo de rescate pueda recapitalizar directamente a la banca. Los parlamentarios proponen además dar más poder en la Autoridad Bancaria a los países que no participan en la moneda única para que no se sientan discriminados por la reforma y trasladar la sede de este órgano de Londres a Francfort.

La reforma será discutida ahora por los ministros de Economía de la eurozona de la UE en su reunión del 4 de diciembre con el objetivo de llegar a un acuerdo y cumplir así el plazo marcado por los líderes europeos. Pero la resistencia de Reino Unido y Suecia dificulta el compromiso. "Esperamos que 4 de diciembre finalicen su parte de tarea", ha dicho la ponente parlamentaria, Marianne Thyssen. "Es importante que no haya retrasos porque ahora hay un impulso", ha agregado.

La creación de un supervisorúnico, ha recordado, "es una condición para hacer posible que el MEDE (mecanismo europeo de estabilidad) inyecte capital directamente a un banco en dificultades". "Los primeros bancos que teníamos en mente eran los españoles porque había urgencia. Mientras tanto, parece que esa cuestión se ha resuelto de otra forma. Pero siempre puede haber una emergencia", ha resaltado Thyssen.

Según la reforma aprobada por la Eurocámara, el BCE tendrá siempre "la última palabra" en la supervisión de los bancos de la eurozona, aunque el trabajo del día a día seguirá en manos de las autoridades nacionales. Para separar la política monetaria y las funciones de supervisión y facilitar la participación en el supervisorúnico de los países de fuera de la zona euro, se creará un nuevo consejo supervisor en el seno del BCE en el que cada país tendrá un voto. Ello garantiza, según Thyssen, un "trato idéntico" a los Estados de dentro y fuera del euro.

Más moneda única

Una vez que el consejo supervisor haya adoptado un acuerdo por mayoría, la trasladará al consejo de gobierno del BCE, donde sólo están los países de la eurozona, que según el Tratado es el único órgano facultado para adoptar decisiones. Pero el consejo de gobierno sólo podrá refrendar el acuerdo o vetarlo, y no modificarlo. Esta solución no convence a Suecia, que sugiere modificar el Tratado.

Por lo que se refiere a la Autoridad Bancaria Europea, responsable de elaborar los estándares técnicos para la banca, Reino Unido teme quedar siempre en minoría si los países de la eurozona pactan entre sí. Para atender a estas preocupaciones, la Eurocámara prevé que las decisiones se adopten por mayoría cualificada, pero dentro de esta mayoría deberá haber tanto mayoría de Estados de dentro del euro como de fuera del euro. No obstante, esta prerrogativa especial, que da más peso a los países de fuera del euro frente al resto, desaparecerá cuando 23 Estados miembros hayan adoptado ya la moneda única.