fútbol

El misterio de Piqué

Las tres semanas de baja por un esguince de tobillo se han transformado en mes y medio sin apenas explicaciones

BARCELONA Actualizado: Guardar
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19 de septiembre. Gerard Piqué se lesiona en los primeros minutos del Barça-Spartak de Moscú de la primera jornada de la Liga de Campeones. En una acción a balón parado, recurriendo al alma de delantero que lleva dentro, se sumó al ataque y ya se disponía a disparar a portería cuando un defensa del equipo ruso se interpuso entre su bota y el balón. El resultado fue una lesión y la sustitución por Song en el minuto 11. El parte médico fue esperanzador: esguince del tercio medio del pie izquierdo y una baja que debía oscilar entre dos y tres semanas.

1 de noviembre. Poco o nada se sabe del estado físico de Piqué un mes y medio después del percance. El período de ausencia se ha duplicado. Desde dentro del club los mensajes son optimistas y esta semana no es una excepción: el alta médica es inminente. Pero esa historia se repite desde los días previos al clásico contra el Real Madrid del pasado 7 de octubre, cuando el central catalán exprimió al máximo su tobillo con la finalidad de poder echar una mano a un equipo que no podía contar con el lesionado Puyol ni con el convaleciente Abidal, además del operado Muniesa. Lo intentó por todos los medios hasta el entrenamiento matinal del mismo día, pero al final no sólo no pudo jugar sino que posiblemente el sobreesfuerzo le pasó factura en los días posteriores.

Recientemente fue el propio Tito Vilanova quien dio el parte médico sobre el motivo por el que se había retrasado su puesta a punto: "De pisar mal para proteger la zona dolorida se le han creado molestias en otra zona del pie". Palabra de entrenador.

El problema para el Barça no ha sido tan grave porque Tito Vilanova ha reinventado con acierto a un lateral zurdo como Adriano en central y también ha apostado, aunque con cierto suspense, por el canterano Marc Bartra, el central del futuro. Además, también ha hecho jugar en esa zona a Song y Sergio Busquets. Entre unas cosas y otras, ya van siete pareja de centrales distintas en catorce partidos oficiales, algo que lógicamente se ha traducido en un cierto desorden defensivo compensado por el acierto ofensivo, como sucedió en el 4-5 ante el Deportivo. Pero los dos últimos resultados (0-5 en Vallecas y 0-3 en Vitoria) parecen indicar que finalmente ha llegado el equilibrio al eje de la zaga en espera del regreso de Puyol y Piqué .

El problema, más que para el Barça, es para Piqué , quien había comenzado la temporada ofreciendo una gran imagen, muy distinta a la que exhibió en la última temporada de Pep Guardiola, cuando llegó a 'calentar banquillo' en más de una ocasión como castigo a su relajación en el campo y fuera de él, encadenando también pequeñas lesiones. Aquella mala versión de 'Piquenbauer' parecía olvidada, pero esta lesión que se alarga misteriosamente vuelve a recordarla peligrosamente.